Los más de ocho templos de Zinacantepec, algunos del siglo 16, están siendo monitoreados por el personal de Protección Civil y Bomberos debido a las fuertes lluvias que se han registrado en los últimos días.
De acuerdo con José Guillermo Colín Jaramillo, asesor de la Coordinación de PC, el material con el que están construidos los templos es el adobe mismo que absorbe una cantidad importante de agua provocando que las paredes se pueden reblandecer.
“Como un tema de supervisión estamos realizando la vigilancia y se está chocando ese tema para evitar riesgos, y detectar antes de tiempo porque apenas comienza la caída de agua”
Recordemos que hace dos años, derivado de las lluvias cinco metros lineales de una barda perimetral de la parroquia de San Miguel Arcángel se desplomó, el colapso se registró sobre la calle de Benito Juárez y 2 de abril, en dicha demarcación.
“La caída se debió a un tema de encharcamiento ya que se les taponeo un drenaje, se llenó de agua y desgraciadamente se llevó un tramo de la barda” detalló Colín Jaramillo.
El monitoreo, consiste en detectar causas parciales de la barda, grietas o bien varias que se encuentre inestables, para poder dar aviso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya que al ser inmueble considerado cómo patrimonio cultural, las corporaciones de Protección Civil únicamente se pueden limitar a acordonar la zona.
“Ahí sí tenemos un pequeño impedimento, no se le puede tocar ni hacer nada solo acordonamos, hasta que da luz verde el INAH” refirió el asesor de la Coordinación de PC.
Además de la vigilancia y evaluación a las bardas de los templos, el área de PC aplica operativos en 17 puntos de encharcamientos, donde año con año se ve comprometida la circulación vial por la cantidad de agua que se acumula derivado de las lluvias.