El movimiento Lowrider ha existido en la cultura desde hace muchos años, algunos comentan que tiene sus raíces en Los Ángeles y aunque no existen registros de cómo llegó al país, muchos aseguran que surgió con el boom del movimiento chicano (mexicoamericanos) en los años 70s.
El Lowrider es aquel que gusta de modificar autos clásicos, pero con ciertas particularidades, sin embargo, costear un auto a veces es un sueño que luce inalcanzable por las sumas monetarias que se requieren para ello. Es aquí cuando entra la figura de la bicicleta, pues ante la falta de recursos, los jóvenes encontraron una manera de chulear o tunear su medio de transporte.
El cromo resalta, algunos agregan espejos, suspensión, el mofle, un cuadro elegante, sillines y manubrios que estilizan la bicicleta, todo esto para salir a las calles con estilo como menciona Adrián, uno de los integrantes del Lowrider, el cual tiene sus orígenes en el barrio de San Cristóbal Huichochitlán y tiene más de una década realizando actividades.
El club biker retoma la pinta sureñona que caracteriza al movimiento cholo en México, y aunque en se muestran como el mero barrio, aseguran que la gente tiene un concepto equivocado de la vida del Lowrider. "Cada tres meses hacemos eventos, lo que nos late de verdad es dar el rol”.