Los priístas hemos sigo “agachones”. No nos hemos rebelado frente a la crisis que nuestro partido está viviendo, y si nosotros no hacemos algo para salir de ella, o vamos a pagar la factura por la terapia intensiva o, lo que es peor, por el registro de defunción; así de grave está el tricolor.
En una dura autocrítica a la complicada situación que vive el PRI a nivel nacional que se reflejó en los comicios federales de julio pasado y en los registrados ayer en varios estados de la República, Humberto Benítez Treviño lamentó que los representantes priístas en el Congreso de la Unión, salvo algunas excepciones, se hayan convertido en paleros de Morena.
Ejemplificó con la votación de la Ley de Educación; “personas que hace seis años avalaron y se descamisaban por defender la iniciativa de Enrique Peña Nieto sobre este tema, hoy la echaron atrás, tan sólo seis años después”.
Benítez Treviño, uno de los priístas más reconocidos en la entidad, ex titular de las Procuradurías General de la República, del Estado de México y del Distrito Federal, recordó la frase icónica del reconocido cómico Groucho Marx que decía: “Damas y caballeros estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros”, al referirse a los integrantes de las Cámaras Alta y Baja del Congreso de la Unión.
Me da la impresión, dijo, que obedecen más a los satisfactores inmediatos de lo que puede ser un cargo público, que a la dignidad. “No sólo se venden su voto, sino también su dignidad”.
Lamentó que en la actual conformación del Congreso federal existan diputados y senadores que han brincado por todos los partidos políticos. Criticó en este contexto al Partido Verde Ecologista de México, que es partido fachada que le sirve al mejor postor y tal pareciera que “siempre cae parado”.
Benítez Treviño sostuvo que la política es un arte y una ciencia que consiste en entregar lo mejor de uno, de sus convicciones hacia los demás”.
Los gobernadores están atemorizados
En este sentido, se refirió a la actuación de los gobernadores de su partido y admitió verlos atemorizados. “Quizá la razón sea porque el 85% del presupuesto de los estados viene de la Federación, pero deben levantar la voz para oponerse, con respeto, insisto, sin pleitos, pero con firmeza para defender a sus entidades”, apuntó.
El exsecretario general del Gobierno del Estado de México aplaudió por ello lo hecho por los mandatarios de Jalisco y Chihuahua, Enrique Alfaro y Javier Corral, de Movimiento Ciudadano y del PAN, respectivamente. Ambos -subrayó- han puesto el ejemplo de lo que deberían hacer los gobernadores del PRI, defender con dignidad, valentía y entereza a sus estados.
A unos meses de haber concluido su gestión al frente del Colegio Mexiquense -del cual ahora forma parte como investigador-, el doctor en Derecho se refirió a la actuación de Enrique Peña y sin mencionar su nombre, señaló que los priistas se sienten agraviados, porque les mandó un dirigente nacional de partido que no era priísta (Enrique Ochoa); después a un candidato a la presidencia que tampoco lo era (José Antonio Meade) y luego entregó anticipadamente al país en la elección del primero de julio.
AMLO, una amenaza
Hoy, fustigó, “estamos ante la amenaza de una dictadura, gobernados por un presidente esquizofrénico que tiene una noción errónea de la realidad”, y que “vive en un país que, solamente en sus visiones tropicales, idea cada mañana”.
Andrés Manuel López Obrador “nos está llevando hacia un gobierno totalitario, sin rumbo, que es lo más grave. Su Plan Nacional de Desarrollo no tiene ni pies ni cabeza. No sabemos hacia dónde vamos, tiene prisa, pero no sabe a dónde va. Esos -insistió. son (hombres) muy peligrosos, sobre todo en política”.
Benítez lamentó que hoy estamos viendo, además, triste espectáculo donde programas sociales te dan 3 mil 600 pesos mensuales, cuando el salario mínimo es de 3 mil, por lo que es más fácil, para algunos, estirar la mano y recibir un cheque, que trabajar.
Apuntó por volverla necesidad de cambiar esto por programas que los enseñen a pescar y no que les den pescado.
Reiteró por ello, la urgencia de que los priístas se reagrupen y vuelvan a los orígenes de su partido, a las causas que lo crearon y consolidaron, como el abatimiento de la pobreza, pero no con dádivas sociales, sino con programas que estimulen el trabajo.
Puntualizó que sí los priístas “no estamos dispuestos a jugarnos el todo por el todo, vamos a ser simplemente espectadores de lo que va a pasar con este país”.
Advirtió que, como alguna vez alertara Reyes Heroles alertaba, hoy está emergiendo el México bronco y, para un país de 130 millones de habitantes, esto es muy peligroso”.