El rostro de “Gus” reluce manchado con grasa de los coches que limpia, también por el sudor que se le escurre cuando el sol pega más fuerte. Su jornada es agotadora, pero el niño de 9 años sonríe porque este viernes los automovilistas le regalaron una pelota y dulces.

— ¡Mañana también vamos a venir, a ver si nos dan más! —comenta “Gus”. Sabe que este sábado se celebra el Día de Reyes, pero no hay ilusión en que llegue un juguete.

Cuando la mañana cae, antes de las 8:00 horas, a lo largo de la avenida José María Pino Suárez, los rostros pequeños, engrasados y desnutridos de los niños ambulantes comienzan a divisarse.

La mayoría se instala en el cruce con la vialidad Solidaridad Las Torres, en los límites de Toluca con Metepec. Allí conocimos a “Gus”, Pepe, César, Cris, Marichuy, Ángel, Rubí y Yulisa, cada uno con una labor en el crucero, que va de limpiar parabrisas, hacer malabares, vender bebidas e incluso sólo esperar a que sus padres terminen la jornada.

Son más de 30 pequeños, que van de los 4 a los 12 años, entre ellos se conocen, aunque vengan de distintas partes del estado. Son los “Reyes pobres” que pasarán su día en los semáforos.

“Nosotros venimos de lejos, se llama San Pedro el Alto, aquí nos quedamos unos días y luego nos vamos”, explica César, el más suelto al hablar. Tiene 12 años, revela, pero su baja estatura, como la del resto de sus compañeros, les aparenta menor edad.

En el crucero también trabaja “Cris”, también viene de San Pedro El Alto, Ixtlahuaca, el pequeño ambulante revela que limpia autos de las 9:00 a las 18:00 horas, con un rato de descanso para comer una torta con un refresco.

“Me ando limpiando unos veinte carros en todo el día, a veces la gente no quiere que nos acerquemos y no dan nada”, dice “Cris”.

Las vacaciones las ha pasado junto con su palomilla en Pino Suárez y asegura que todo lo que saca es para comprarse uniformes, comprar útiles e incluso darse el gusto de un juguete si le sale buena ganancia.

Así es todo su andar durante el día y la tarde. El Día de Reyes para los niños de Pino Suárez, siempre ha sido así.