Toluca, México.- Los sacerdotes no se salvan de los intentos de extorsión y en las últimas dos semanas he tenido más de 30 casos que llaman por teléfono para pedir dinero con el argumento que nos dan seguridad y nos están cuidando, cuando en realidad no lo hacen, afirma monseñor Guillermo Fernández de Orozco, vicario de la Diócesis de Toluca.
Agregó que estos intentos se dan a través de llamadas telefónicas, pero afortunadamente no han caído. Muchos de quienes lo hacen, explicó, son grupos de Guadalajara pero también hay gente de aquí que se hace pasar por integrantes de algún grupo delincuencial y piden depositar una cantidad.
En entrevista, señaló que un gran problema que se está presentando en las iglesias católicas de Toluc son los cristalazos a los vehículos de los feligreses, mientras acuden a misa; esto ocurre en pleno día, añadió.
Ejemplificó que esto se ha dado en las inmediaciones de templos como La Sagrada Familia, La Divina Providencia y Los Desamparados, en Toluca. Reconoció que ante la situación de inseguridad los clérigos han optado por evitar ir a lugares conflictivos.
No salir a un servicio: “con todo dolor del corazón pero no aceptamos ningún servicio espiritual en las noches, a menos que realmente conozcamos a la persona”. Guillermo Fernández de Orozco dijo que los sacerdotes “no vivimos con miedo pero sí con precaución”.
Señaló que en algunas iglesias se han colocado cámaras de seguridad pero el gran problema, insistió, son los cristalazos, lo cual le corresponde a la autoridad. También está el robo de las alcancías o algunos artículos religiosos, agregó.
El vicario de Toluca recordó que suman ya 24 los sacerdotes asesinados en este sexenio en el país.