Lucía Coralí Rego es una mujer trans, de 20 años de edad, que hizo historia el pasado 3 de febrero al convertirse en la primera persona en cambiar de identidad de género ante la ley en Valle de Bravo.
No fue fácil, por más de tres días de ensayo y error, vivió la transición legal del deseo que tenía desde niña.
“Estoy honrando a esa niña de tres años que fui aquí en Valle al por fin lograr ser reconocido como lo que soy. No sólo lo hice por mí, sino también por las demás, por las personitas como yo que estén pasando por algo similar”, explicó.
En entrevista con El Sol de Toluca, Lucía reconoció que las infancias trans son algo que existe y es real, pues nació siendo una mujer, por lo que para ella era necesario que la ley le garantizara los mismos derechos que a cualquier otra persona.
“Siempre supe que mi identidad de género era femenino, siempre fui una mujer, en la escuela, con mis amiguitos, en los juegos con mis amigos, en absolutamente todo, siempre lo fui, sin embargo, la sociedad se encargó de decirme qué ser y cómo ser por mi sexo”, reconoció.
La transición con su familia tampoco fue fácil, orillándola a hacer algo que no era, a pesar de que su abuela y su mamá fueron las más cercanas a ella, viviendo su infancia trans.
“Con mi mamá fue una respuesta increíble, me abrazó y me dijo que me amaba, que ella es mi madre y siempre va a estar para mí, independientemente de cómo me identifique o de mi orientación sexual”, puntualizó.
Pues consideró que el amor de familia debe de ser algo incondicional, siendo la única arma para enfrentan los principales males que sufre la comunidad de personas transgénero actualmente: el odio, la ignorancia y los prejuicios sociales.
¿Cómo le hizo?
Agradecida con las asociaciones civiles del Estado de México y con Tania Vásquez (activista trans), reconoció que la lucha que han emprendido dio como resultados una ley que reconoce la identidad de genero desde julio del año pasado en la entidad mexiquense.
La cual garantiza el respaldo jurídico para las personas trans a la hora de conseguir un trabajo digno y bien remunerado, así como a la hora de recibir atención médica, desmitificando la creencia social de que las personas trans, en especial las mujeres, solo se dedican al trabajo sexual en la calle.
Ella intentó hacer su cambio de identidad de género en la Ciudad de México, sin embargo, al ser originaria del Edomex, se enfrentó a la negativa, lo cual la orilló a voltear a Valle de Bravo, pueblo de su infancia.
Más de tres días le llevó hacer el proceso a ella y a los servidores públicos, quienes también aprendieron un nuevo mecanismo de ley del que ahora gozan las personas trans.
“Tuve que venir al registro civil de Valle de Bravo desde la Ciudad de México, y cuando solicité el trámite, a pesar de que nunca se había hecho este trámite, todos fueron muy atentos, se pusieron a ver cómo se hacía”, explicó.
No están solos/solas
La sociedad debe identificar que la identidad de género es diferente a su sexo. Pues el sexo se entiende como hombre o mujer y se da al nacer, pero la identidad de género se construye, adoptando características que la sociedad impone a los hombres y mujeres.
Por lo que pidió que las demás personas trans que aún no viven la transición legal sean pacientes y no abandonen sus sueños. El cambio está llegando.
“Resistan, sean fuertes, de verdad, no hay regalo más grande que el ser tú mismo”.
“Si tú, en casa tienes una identidad de género que no corresponde con tu sexo, no tienes de qué preocuparte, tienes que saber que ser como eres está bien, que las personas trans somos merecedoras de amor y respeto como cualquier otro ser humano, tú eres valioso, que no se te olvide eso nunca”, recomendó.
Reconoció que la lucha que sostienen ahora, las personas trans, es para que dejen de invisibilizarlas, pues nunca debieron de vivir en el ocultismo.
“Las personas transgéneros existimos, la lucha no es de ahorita es desde hace mucho tiempo atrás, no podemos permitir que discursos de odio sigan transmitiéndose generando ataques que han acabado con vidas humanas.
“Necesitamos crear políticas públicas que ayuden a un mejor entorno para las personas trans, queremos una vida donde podamos transitar libres, diversas y seguras”
“Somos ciudadanos y como cualquier otro tenemos las mismas obligaciones, por lo tanto, tenemos los mismos derechos”, finalizó.