Desde hace dos años, María Guadalupe González ha luchado por su libertad y tener a sus hijo en condiciones óptimas, pues su familia asegura que es víctima de violencia vicaria, toda vez que la actual pareja de su ex esposo la ha denunciado por abuso sexual, feminicidio en grado de tentativa y secuestro; sin embargo, este martes un juez del distrito Judicial Toluca la consideró culpable de plagio.
En cuanto a los otros dos delitos, que la mantuvieron más de año y medio en el penal de Santiaguito mientras se definía su situación jurídica, dio a conocer que fueron desechados por falta de pruebas.
Con el miedo en la garganta por regresar a estar detrás de las rejas, Guadalupe lamentó que durante el juicio no se tomaron en cuenta las pruebas y peritajes de su defensa, sólo las que ofreció el Ministerio Público que señalaban que pudo haber secuestrado a la víctima en el trayecto de su trabajo a su casa.
Lupita trabajaba como empleada doméstica en el residencial El Castaño, en Metepec, a donde llegaba a bordo de transporte público desde su hogar ubicado en la comunidad del Llano de la Y, en el municipio de Temoaya.
Debido a que viajaba sola y no había testigos de que no se habría desviado en el camino hacia la delegación de San Cristobal Huichochitlán, este miércoles se le dictará sentencia.
Pese a que en los casos de abuso sexual y feminicidio en grado tentativa se demostró que las acusaciones no tenían evidencia que las sustentaran, aún enfrenta dos carpetas de investigación por secuestro en contra de la misma víctima.
Lupita relató al Sol de Toluca que su calvario comenzó cuando decidió demandar al padre de sus hijos por pensión alimentaria, ya que con su sueldo de empleada doméstica apenas cubría los gastos esenciales.
'No imaginé que eso nos llevara a este punto. Ya fui absuelta en dos carpetas, pero me falta una tercera y en julio, cuando me dieron el brazalete electrónico, me volvió a denunciar por secuestro esta persona, estoy enojada, estoy cansada, sólo quiero vivir libre para mis hijos'.
De acuerdo con la familia de Lupita, la joven madre de dos, vivió todo tipo de violencia dentro del matrimonio y, aunque fue denunciada, la investigación no procedió.
Además, fue en 2017, señalan, cuando decidió separarse de su pareja porque se dio cuenta de que le era infiel sin que eso significara el fin de la violencia que vivía, pues después de intentar solicitar la pensión alimentaria así como la guarda y custodia, la denunciaron por feminicidio en grado de tentativa, secuestro y abuso sexual, éste último en contra de su hijo.
Los vecinos y familiares de Lupita defendieron que nunca convivió con supuesta la víctima y que en primera instancia la denuncia fue por lesiones y le pedía 30 mil pesos para otorgarle el perdón.
Pese a las pruebas que ha presentado, no fueron consideradas por el juez de control, por lo que ahora buscará la apelación y con ello, poder mantenerse libre, pues desde mayo de este año vive con un brazalete electrónico y ahora te regresar a prisión.