Al frente del Mausoleo de Toluca se registró un desfile de autos, la mayoría camionetas de lujo, tripuladas por empleados que se detenían frente a la puerta principal para que bajaran sus jefes, estrictamente ataviados de luto, la mayoría con trajes y corbatas negras. Iban a rendir homenaje al exgobernador Alfredo del Mazo González, quien dejó de existir el pasado jueves, víctima de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Dentro, en la capilla fúnebre se encontraban sus deudos, su esposa doña Carmen Maza de del Mazo, el actual gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza y sus hermanos Adrián y Alejandro. Seguramente acompañados por otros familiares y amigos.
Algunos de los excolaboradores del exgobernador trataban de pasar desapercibidos ante los representantes de los medios de comunicación que formaban valla a lo ancho de la banqueta, en apretado bloque, para no estorbar el paso; otros de plano ignoraron los llamados de reporteros, fotógrafos y camarógrafos que buscaban algunas palabras sobre el legado de Del Mazo González.
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A su llegada, en una camioneta roja que contrastaba con la mayoría de los vehículos de los asistentes al funeral, el también exgobernador César Camacho Quiroz recordó que fue con Del Mazo González con quien tuvo su primera oportunidad en el servicio público.
La mayoría de los funcionarios y exfuncionarios coincidían en que el mayor legado del que hasta hace unos días era considerado el jefe político del Estado de México fue la modernización y redimensionamiento del gabinete estatal, con la creación de Secretarías en lugar de direcciones, que permitieron sectorizar las áreas al grado de haber sido adoptada esa reforma por el resto de las entidades del país.
Mientras, los arreglos florales empezaron a llenar los espacios y no sólo al interior de la capilla, pues algunas coronas fueron colocadas en el exterior del Mausoleo, lo que provocó que los encargados de la logística comenzaran a permitir el acceso por el estacionamiento, como en el caso del exsenador y exgobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, lo cual provocó el rompimiento del bloque de reporteros, camarógrafos y fotógrafos para perseguir el vehículo en busca de una entrevista.
A su salida de la capilla fúnebre, la senadora Claudia Ruiz Massieu, dijo que acudió con un gran sentimiento y emoción a acompañar a su familia para recordarlo como lo que fue: un gran mexicano y un gran mexiquense.
El Senador y exgobernador Eruviel Ávila Villegas, por primera vez llegó solo a un evento y se dejó entrevistar, literalmente rodeados por representantes de los medios de comunicación. Dijo que la muerte de Alfredo del Mazo González es una lamentable pérdida para la entidad y para el país. Lo consideró un gran hombre, ejemplo a nivel nacional y orgullo para el Estado de México.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Sergio Medina Peñaloza, lo calificó como un ícono de la política, de la transformación legal del Estado.
Martha Hilda González Calderón, actual secretaria del Trabajo, aseguró que Del Mazo González fue un hombre que le apostó a su estado y a millones de mexiquenses y mexicanos que hoy siguen su legado, en tanto que Jorge Olvera García, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, destacó que fue un hombre que aportó mucho a la entidad y a quien se le debe el gentilicio mexiquense.
En el Salón del Pueblo, la ceremonia fue reservada para la clase política que se turnaron para hacer guardias, mientras era transmitida vía circuito cerrado al Patio Mariano, donde se colocó una enorme pantalla, servicio de café, sillas y una bocina para que los representantes de los medios de comunicación pudieran dar seguimiento.