Nora Zenteno se manifestó en los memoriales de víctimas de feminicidio ubicados en la Plaza González Arratia para pedir justicia para su hija Lisette Paulina, quien fue asesinada por su pareja sentimental en el estado de Chiapas.

Fue el 21 de diciembre de 2019 cuando Paulina fue asesinada por su pareja, un exsicario. Si bien de inicio su caso fue clasificado como suicidio, pues el cuerpo de la doctora estaba colgado en la azotea y tenía enredado un calcetín en el cuello, su madre luchó para que, a través de una mecánica de hechos, se demostrara que la joven había sido asesinada.

Sin embargo, pese a las pruebas, Rafael, con quien su hija estaba comprometida, no fue sentenciado y fue ejecutado en Tijuana un año después, sin haber pagado por el feminicidio de Paulina.

“Hay una falta de empatía en el estado de Chiapas, por eso me tengo que manifestar en tras partes del país, es un estado corrupto. A este sujeto, Jesús Rafael, nunca lo detuvieron, nunca permitieron que rindiera declaración, es más el 25 de diciembre le robó todo a mi hija, cuatro días después, incluso sacó dinero de la cuenta de mi hija”.

Después de enumerar varias inconsistencias en el caso y expresar su pesar porque su hermano y una cuñada estuvieron involucrados en la muerte de la doctora, la madre subraya que otras personas, como la fiscal Ana Laura Vázquez Gallegos, dificultaron la presentación de pruebas.

“Mi hija había nacido para salvar vida y le arrebataron la suya, entonces levanto la voz, sé que me pueden hacer algo, pero no me importa, el dolor de mi corazón nadie me lo va a quitar. Le quieren dar carpetazo al asunto porque, al morir el feminicida, ya no pueden hacer nada. Pero yo denuncié a dos de mis familiares y a dos autoridades de Chiapas porque encubrieron a Rafael, ahora sólo queda mi cuñada, los demás involucrados ya murieron”.

Nora Zenteno decidió alzar la voz en el Estad de México debido a que es una entidad donde los cuerpos de mujeres aparecen todos los días sin vida, es por ello que decidió visibilizar el caso de su hija en suelo mexiquense, para que éste siente precedente y de paso a la no repetición, para que las autoridades no encubran a feminicidas y permitan a las familias de las víctimas el acceso a la verdad y a la justicia.