El acceso al volcán Xinantécatl se mantiene cerrado desde que inició la cuarentena sanitaria a causa del Covid-19.
Pese a que algunas zonas turísticas como el parque ecoturístico de La Marquesa y algunos balnearios de municipios sureños han reabierto, la actividad económica del Nevado continúa sin reaperturarse.
De acuerdo con elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) que son asignados al volcán, los filtros en la desviación al parque de Los Venados se siguen aplicando de forma permanente para evitar que las personas suban.
"Sigue cerrado, lleva más de dos meses así, y hasta que nos den instrucciones, daremos acceso", comentó uno de los policías consultados.
Los filtros se aplican en la desviación de la carretera Toluca-Sultepec, el acceso al parque de Los Venados y se hacen recorridos en los parajes de la zona alta como "Las Plumas" y "Las Antenas".
El cierre ha provocado que los grupos de ejidatarios de San Juan de las Huertas estén sin empleo y mantengan sus locales cerrados.
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"Está afectando a todos, de los locales fijos son como seis, pero si se considera toda la gente que vende guantes, gorros, comida, refrescos o que da servicio de transporte, somos bastantes", comentó uno de los ejidatarios que están de guardia en el parque de Los Venados.
De acuerdo con Jorge Félix Ramírez Díaz, presidente del Consejo de Vigilancia del Núcleo ejidal de San Juan de las Huertas, el dinero obtenido en el servicio a visitantes que se presta en camionetas se ocupa en mantenimiento de los vehículos y pago de los operadores.
"No es tanto el dinero que se saca y solo es una temporada del año, les queda poco a los dueños de las camionetas y estamos viendo en renovar los vehículos para que sean más seguros", precisó el ejidatario.
Comentó que en temporada alta, entre diciembre y enero, son un promedio de 100 camionetas las que prestan el servicio, las cuales por día generaron unos 2 mil pesos, que se ocupa en combustible y pago a las familias que se emplean en dicho servicio.
En temporada normal el número de camionetas por día reduce a unas 25, lo que no es tan redituable para los ejidatarios.
“Todos son ejidatarios y es una forma de ayudarse pero en realidad no es negocio, porque son muchos gastos”, comentó Ramírez Díaz.
Dicha actividad por el momento está detenida por el Covid-19 hasta que la autoridad sanitaria les autorice abrir.