Toluca, México.- Los cuerpos cansados, se mantienen sobre lo frío del piso de la plaza de Los Mártires. Dormitando y a la espera de poder retornar a sus hogares o en todo caso a seguir la ruleteada.
"¡Nos faltó poquito! Ya casi llegábamos, sólo la mitad pudo pasar", reprochan los transportistas que se dieron cita desde este miércoles en la noche provenientes de todos los rincones del Valle de Toluca para sumarse a la megamarcha que llegaría a Los Pinos.
No se pudo para muchos. "Nos juntaron desde las dos de la mañana pero unos no hemos dormido ni le hemos parado", insiste Moy, un ruletero de la zona norte que es de los pocos que no han "echado su sueñito" para descansar los ojos.
Este día se perdió, pero confían en que la reunión con las autoridades estatales deje resultados.
Fueron más de cinco mil concesionarios que se concentraron durante la madrugada en la entrada a San Mateo Atenco y comenzaron su marcha.
Sobre el suelo, sin importar si la gorra o la sudadera sirvió de almohada, los minutos de sueño fueron buenos. Tirados por aquí y por allá, una carpa instalada para un evento del gobierno fue su mejor aliada, les sirvió para repeler el sol mañanero.
"Ya se me durmieron primo", bromea uno de los ruleteros con su compañero de la lado.
¿Qué cosa? "pues ya sabes cuales". Le dice Moy a Fidel, dos de los taxistas del grupo de Almoloya de Juárez que arribaron desde las 7:00 horas a la plaza de Los Mártires.
"No para un taquito trajimos", lamentan en el grupo.
De a ratos comenzaban los chiflidos por la desesperación, pero la espera continúa y se extiende más horas.
Hoy se perdió el día el de chamba, pero es preferible a pagar todo lo que les obliga la Gaceta, argumentan.
De un día para otro les notificaron que había marcha, nadie tuvo tiempo de prepararse, la mayoría lleva jornadas de 24 horas sin descansar.
"El costo no es tan barato", hacen cuentas entre ellos en la bola que aún no se duerme.
Unos dicen que el gobierno les rentará el GPS y todo el equipo, otros sostienen que eso es la Ciudad de México, pero aquí no, aquí lo tienes que pagar todo.
"Está entre 10 y 15 mil la verdad", reculan.
"Es que tiene desventajas y ventajas si lo vemos bien, ahora los asaltantes nos van a matar para quitarnos todo", pronostican en el panorama más catastrófico.
Refrescos de cola, atoles y lo que se pueda para aguantar la espera.
No creen que el C5 pueda cuidar a todos, que tenga tantas pantallas.
"De perder un día a lo que nos quieren aplicar pues si es mejor", indican en sus diálogos.