Un grupo de aproximadamente medio centenar de personas marchó durante la mañana del domingo sobre las principales avenidas del centro de Ecatepec para protestar por la desaparición de sus familiares.
Desde las 09:00 horas, familiares y amigos de las personas desaparecidas en diversas circunstancias y que fueron convocados por los colectivos Uniendo Esperanzas en el Estado de México, Red Retorno y Huellas de la Memoria, comenzaron a reunirse a la entrada del Museo Casa de Morelos, ubicado sobre la vía Morelos en el Barrio de San Juan Alcahuacan.
Entre los manifestantes, caminaba Dionisia Pelcastre, madre de un joven taxista quien despareció a bordo de su unidad, un Volkswagen pointer modelo 2009 de color blanco en calles de la Colonia Ciudad Cuauhtémoc, desde el pasado 22 de septiembre del 2018.
La mujer refirió que ha buscado a su hijo desde entonces, incluso en otros estados del país, sin resultado alguno. Dijo que las autoridades –Fiscalía General de Justicia del Estado de México- no cuentan con ninguna línea de investigación.
Dionisia relató que el día de la desaparición de su hijo, este salió de su base conocida como “Tepochcalli”, donde cargaba pasaje, ubicada en Avenida Gabilondo Soler y Akenaton.
Sus compañeros pensaron que ya se dirigía a su casa ubicada en la parte alta de la misma colonia, el automóvil, no traía placas de circulación, pues su patrón había colocado un permiso para circular, mientras componía el Nissan Tsuru que manejaba, porque se había descompuesto.
Desde entonces la mujer desconoce de su paradero; sin embargo, a casi un año de la desaparición de Guillermo, su madre no pierde la esperanza de encontrarlo.
Otra de las mujeres y madre de familia, es Verónica Rosas, mamá de Diego Maximiliano Rosas Valenzuela, quien fue secuestrado hace cuatro años: salió de su casa 4 de agosto de 2015, ubicada en la unidad habitacional Llano de los Báez en Ecatepec, desde entonces no lo han localizado.
El joven tenía 16 años de edad cuando fue plagiado, sus captores exigían una cantidad millonaria por dejarlo en libertad. Amigos y familiares -narró Verónica- juntaron parte del dinero que pedían los captores y se pagó el rescate, pero el menor de edad jamás fue liberado.
Verónica aún desconoce el paradero de su hijo, porque los criminales, entre ellos un presunto amigo de su hijo, entonces menor de edad –pese a estar encarcelados– se niegan a dar indicios del paradero del joven.
En la caravana también marchaba Ana Enamorado, de origen hondureño, quien desde hace 9 años está en la búsqueda de Oscar Antonio López Enamorado quien contaba con 17 años de edad cuando desapareció en las inmediaciones de la Ciudad de Guadalajara Jalisco.
La madre narró que Óscar Antonio, debido a la violencia y pobreza en su país, decidió dejarlo y emigrar hacia los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. El joven estudiante de bachillerato quería ser abogado.
Ana relató que su hijo logró llegar hasta la Ciudad de Austin en el estado de Texas, en la Unión Americana donde fue recibido por su tío, después conoció a personas de Guadalajara quienes lo invitaron a regresarse con ellos y radicar en México. Fue lo último que Ana supo de su hijo.
“Oscar no quería irse, nunca soñó con irse. Se aferraba a la posibilidad de terminar el bachillerato para luego estudiar Derecho, porque veía lo terrible de la violencia e inseguridad y se daba cuenta que nadie hacía nada para evitarlo”, recuerda su madre.