Toluca, México.- Estudiantes de la Facultad de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma del Estado de México, recorrieron las principales calles de la capital mexiquense para manifestar, “en silencio”, su repudio por el asesinato de Salomón Aceves, Marco García y Daniel Díaz, estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales de Guadalajara por integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación.
Con pancartas en las que se podía leer mensajes como “El Cine es un Acto de Amor” y “Que los únicos disparos que se escuchen sean los de las cámaras”, la caminata se llevó a cabo desde el parque Vicente Guerrero, a unos metros de Ciudad Universitaria hasta el edificio de Rectoría, situado en el centro de la capital mexiquense.
A decir de Gabriela Cabrera, estudiante, el reclamo principal es que “el agarrar una cámara se haya convertido en una amenaza de muerte”, pues aparentemente ese fue el único “delito” de Javier, Marco y Daniel.
En la marcha pacífica, que no generó el bloqueo de las principales calles de Toluca, los estudiantes también se pronunciaron en contra de los feminicidios, las agresiones a periodistas en territorio mexicano, las desapariciones de estudiantes y lo acontecido con los estudiantes de Ayotzinapa.
En ese sentido, llamaron a autoridades federales y locales a dar certeza en materia de seguridad a estudiantes de todo el país, pues “cada día son más los desaparecidos y en algunos casos, son asesinados sin que las autoridades hagan algo al respecto”, añadió otro estudiante.
Durante la caravana, algunos automovilistas que circularon por la avenida José María Morelos y Pavón “pitaron” como símbolo de solidaridad.
Tras asesinato de estudiantes, estudiantes de todo el país exigen justicia y garantía de seguridad
Estudiantes de diversos niveles educativos de varias entidades federativas se han sumado a la serie de movilizaciones realizadas en todo el país, tras darse a conocer el asesinato de los tres estudiantes de cine desaparecidos desde el pasado 19 de marzo en Tonalá.
Durante las manifestaciones y marchas pacíficas, los estudiantes exigen a las autoridades locales y federales la certeza de que el ser un estudiante y, en algunos casos usar un uniforme, no sea una amenaza de muerte.
Recientemente, Jesús Medina, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad de Guadalajara, afirmó durante una movilización multitudinaria que familiares de Javier, Marco y Daniel, declararon no estar de acuerdo con el curso de las investigaciones encabezadas por la Fiscalía de Jalisco, bajo el argumento de que no se les han proporcionado pruebas contundentes de ADN por medio de las cuales se demuestre que sus hijos están muertos.
Uno de los casos de desaparición de estudiantes que más ha causado eco a nivel mundial, fue la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en el mes de septiembre de 2014; pese a que semanas después, el entonces titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, afirmara que tras las investigaciones realizadas se llegó a la conclusión de que los estudiantes habían sido calcinados; familiares de las víctimas rechazaron dicha versión.
Otro caso que conmocionó al país fue el de César Ulises, estudiante del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de Guadalajara, quien fue reportado como desaparecido y, posteriormente, encontrado muerto en la Barranca de Huentitlán. De acuerdo con autoridades estatales, el joven se había quitado la vida.
El pasado 18 de abril en el estado de Morelos se dio a conocer la desaparición de cuatro jóvenes, dos hombres y dos mujeres, quienes posteriormente fueron localizados. En el primero de los casos se trató de Erick y Ramón, de 17 y 16 años respectivamente, quienes fueron localizados en la terminal de autobuses de Taxqueña, en la Ciudad de México.
Por su parte, Ana Gabriela y Karina Alejandra, de 16 y 15 años, respectivamente, movilizó a autoridades estatales de ese estado, sin embargo, fueron localizadas a las afueras de conocido balneario en el municipio de Temixco.
