Cuautitlán Izcalli, México.- Vecinos de Cuautitlán Izcalli marcharon este fin de semana para mostrar su inconformidad ante los hechos violentos que se han registrado en los últimos días en el municipio.
Una manifestación de ciudadanos tomó las calles del municipio en protesta por los índices de inseguridad presentados en la región. Especialmente exigen justicia para David Alejandro de 16 años, quien fue asesinado en el parque Espejo de los Lirios, cuando se opuso a entregar su bicicleta y celular durante un asalto.
Amigos, familiares y vecinos en general exigieron al alcalde de Morena, Ricardo Núñez Ayala, mayor seguridad para los pobladores y castigo para quienes atentan contra la vida.
La marcha contra la inseguridad donde participaron más de 800 colonos, cerró el tránsito sobre Avenida Constitución y llegó hasta la explanada del palacio municipal en demanda de que se presentara el alcalde de Izcalli.
Entre gritos “queremos presidente” y “no más inseguridad”, los vecinos reclamaron al comisario de seguridad pública, Juan Daniel Ríos, quien fue la única autoridad que se presentó al lugar de la manifestación, por la poca presencia policiaca que hay en esta localidad.
Familiares del joven asesinado aseguraron que las personas que están asaltando en el parque Espejos de los Lirios ya están plenamente identificados y ni Fiscalía, tampoco la policía municipal hacen operativos para detenerlos.
Los vecinos denunciaron duran la marcha que en todas las colonias del municipio de Cuautitlán Izcalli, diariamente aparecen personas muertas y que los asaltos al transporte público y a los automovilistas siguen sin parar en esta demarcación del Valle de Mixco.
El comisario de seguridad pública, Juan Daniel Rios les informó al atender esta manifestación, que se ha instalado un dispositivo permanente con una mayor presencia policiaca en el parque Espejo de los Lirios.
Los participantes en la marcha por la seguridad, le dijeron que esto no basta para contener la presencia de la delincuencia en colonias, fraccionamientos y parques.
“Queremos solución y no discursos”, “justicia, justicia”, gritaban los vecinos para impedir que el comisario siguiera hablando.