En el Estado de México, existen poco más de 2 millones de viviendas sin las condiciones necesarias para ser habitables, motivo por el cual se consideran dentro del rango de déficit, y representan un reto para los próximos años.
De acuerdo con Mario Cruz, presidente de la Comisión de Vivienda de la Confederación Patronal de la entidad (Coparmex), en nuestro país se tienen 35.3 millones de viviendas particulares habitadas, de las cuales 40.8%, presentan grietas o cuarteaduras en techos y muros.
Por ende, pidió tomar en consideración que aunque se han creado múltiples instituciones públicas y privadas para enfrentar el problema de la vivienda, no ha sido posible atender a los estratos socioeconómicos más desprotegidos de las ciudades y del medio rural, ya que su capacidad de pago es muy baja.
“Esto significa que existe un gran problema de financiamiento para gente que tiene pocos recursos y está ligado, en parte, a la falta de creatividad en el diseño de la ingeniería financiera desarrollada para la vivienda”, externó.
Aunado a lo anterior, el desempleo y la existencia de una situación estructural entre el desarrollo económico del país y la mala distribución de la riqueza, agudizan la falta de capacidad de gran parte de la población para acceder a los mecanismos financieros de vivienda.
En la actualidad, dijo el especialista, los recursos financieros destinados para construir vivienda son muy limitados y se han ido a otros sectores de la economía.
Datos del INEGI indican que en el Estado de México, se tienen 4 millones 763 mil 216 viviendas, las cuales tienen un promedio de 3.83 habitantes. De éstas el 82% son de interés social; el 12% de nivel medio; el 5% de tipo residencial y el 1%, corresponden a residencial plus.
Finalmente, para los especialistas una vivienda no es habitable, cuando no garantiza seguridad física o proporciona espacio suficiente, así como protección contra el frío, la humedad, el calor, la lluvia, el viento u otros riesgos para la salud y peligros estructurales.