Aranza, forma parte del grupo de la población de entre 12 y 19 años que padece el problema de obesidad, tanto en México, como a nivel internacional, y muchas veces sin el apoyo familiar, cifra que se estima en 150 millones en todo el mundo.
Lo anterior se desprende del evento web: “Últimos resultados del estudio ACTION Teens”, el cual se llevó a cabo en el marco del 30 Congreso Europeo de Obesidad (ECO 2023), en donde se informó que niños, niñas y adolescentes como Aranza padecen este problema de salud que sitúa a México en el segundo sitio a nivel Latinoamérica, sólo después de Brasil.
Durante este evento, en el que participaron diferentes especialistas internacionales en el tema, Aranza, de nacionalidad mexicana y joven madre que padece este problema de salud desde la infancia, dio su testimonio de vida, sobre lo difícil que ha sido para ella luchar en los últimos años contra el sobrepeso.
“Actualmente, estoy en la Universidad y realmente toda mi vida he tenido obesidad. Desde que tengo memoria siempre he sido una niña gordita, y aunque en esa etapa sentía que no me causaba mucho problema, la realidad es que hoy en día sabemos que estamos hablando de una enfermedad de tipo psicológica y física”, señaló.
Recordó que en la escuela la ubicaban como la “niña gordita y divertida”, e incluso dentro del grupo de niños que en México cae bien, porque es “la buena onda”.
“Quizá a mis 18 años me di cuenta que no sólo era la gordita buena onda, sino que realmente me encontraba inmersa dentro de una enfermedad. Recuerdo que ingresé a la universidad y me topé con un edificio de cuatro pisos y más de 300 escalones, motivo por el cual tenía problemas serios para respirar”, enfatizó.
El problema que le generaba respirar, subrayó, le daba pena, e incluso se tenía que levantar un poco más temprano para poder subir las escaleras de la universidad sin tantos contratiempos y que sus compañeros, así como sus profesores no se dieran cuenta.
Cabe mencionar que ACTION Teens es un estudio de referencia internacional que captura percepciones, actitudes, comportamientos y barreras potenciales para una atención adecuada de la obesidad en adolescentes que viven con esta condición (niños y niñas de 12 a 17 años).
Mientras que, al explicar los resultados del estudio, los especialistas señalaron que fue aplicada una encuesta entre 5 mil 275 adolescentes que viven con obesidad en países como México, Colombia e Italia; así como 5 mil 389 cuidadores de los adolescentes y 2 mil 323 profesionales de la salud que los atienden.
Otros datos demostraron que aproximadamente uno de cada cuatro adolescentes (24%) no se dan cuenta que viven con obesidad; uno de cada tres padres no se da cuenta que su hijo adolescente vive con este problema y alrededor de dos tercios de los adolescentes piensa que la responsabilidad de la pérdida de peso corresponde solamente a ellos.
Finalmente, los especialistas indicaron que el impacto de la obesidad -en niños y adultos- en individuos, sociedad y sistemas de salud no debe ser subestimado, por lo que resulta urgente que los gobiernos y sociedad en general reconozcan y consideren este tema como una enfermedad, de modo que más adolescentes puedan recibir el apoyo adecuado, que les ayude a tener vidas más sanas y felices.