Metepec, México.- En Metepec el problema de la violencia familiar que ataca, principalmente a las mujeres, podrá atenderse de manera más efectiva gracias al Diagnóstico de Violencia que por primera vez se elabora en el municipio, señaló Silvia Angélica Maza Díaz, directora de Equidad de Género en el ayuntamiento de esta demarcación.
Indicó que alrededor de cuatro de cada diez mujeres sufren violencia en sus distintas modalidades y este diagnóstico está orientado a detectar los casos que se registren en el municipio, pues debido a la falta de la cultura de la denuncia, muchos de esos casos no llegan a conocimiento de las autoridades para poder tratarlos.
Por otra parte, este diagnóstico de violencia de género permitirá la elaboración e implementación de políticas públicas, pero no a ciegas, sino de manera puntual en los focos que ya se tienen detectados y en aquellas delegaciones donde se registra el mayor índice de violencia, ya sea física, psicológica, mental, económica o patrimonial.
Silvia Angélica Maza Díaz subrayó la importancia de sensibilizar a las mujeres sobre la evolución del círculo de la violencia, pues generalmente se empieza con la psicológica, con manifestaciones como coartar la libertad de la pareja hasta dejarla casi aislada para que su relación significante sea exclusivamente con la pareja, pues una vez aislada empiezan los golpes y cada vez se va haciendo más fuerte y grave.
Consideró lamentable que muchas mujeres que son víctimas de violencia no denuncien, aunque reconoció que para muchas el aceptar que lo son puede representar un lastre y por ello prefieren callar, pero eso no sólo las daña a ellas sino a todo el aparato gubernamental para erradicar la violencia, pues al no haber denuncia, no hay datos y tampoco se le va a poder apoyar.
Aceptó que existen programas enfocados a los hombres violentos que ya se reconocieron como tales para ayudarlos mediante la educación a salir de ese perfil, pero hasta el momento no existen campañas masivas en medios de comunicación que visibilicen las conductas violentas, como la costumbre de lanzar piropos ofensivos a las mujeres o acercar su cuerpo al de ellas en el transporte público o mirar determinadas partes del cuerpo de la mujer que pasa a su lado y que pueden tipificarse como acoso sexual.
Estimó que en la tarea de hacer visibles las conductas violentas ha faltado sensibilidad para hacer al hombre el protagonista y por eso se ha visibilizado a la víctima; sin embargo, aseguró que en Metepec no sólo se ha hecho, sino que también se imparten cursos para que tanto hombres como mujeres sepan qué es la violencia, porque aun cuando son los menos, también hay violencia de género contra los hombres.
Atribuyó a la cultura machista el hecho de que los hombres no denuncien la violencia de género en su contra, y resaltó que en una relación violenta siempre hay un dependiente y un codependiente, es decir, es como una adición a las drogas; en este caso es una adición a la persona, concluyó.