El problema de malnutrición que padecen sobre todo las personas de escasos recursos económicos no es privativo del Estado de México, sino que se trata de una situación mundial, ante ello es importante que las autoridades en materia de Salud en el ámbito local, implementen políticas públicas eficientes que ayuden a revertir los daños irreversibles en este grupo poblacional, sobre todo en los municipios que históricamente han presentado problemas, San Felipe del Progreso y la parte sur de la entidad.
En entrevista con El Sol de Toluca, Carmen Ceballos, profesora e investigadora y egresada de la licenciatura en Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), señaló lo anterior y apuntó que nuestro país ocupa el primer sitio en desnutrición crónica infantil a nivel Latinoamérica.
“Estamos enfrentando a nivel mundial un problema de malnutrición mundial, la cual se entiende como las carencias, los excesos y los desequilibrios que incurren a partir de una ingestión calórica o de nutrimentos, lo mismo a nivel nacional que internacional”, expresó.
Cuando se habla de malnutrición, dijo la doctora en Ciencias de la Salud, se debe mencionar que se refiere a las carencias, los excesos y los desequilibrios en el consumo de energía o de nutrimentos que puede estar presente en el país, estado, municipio, localidad, familia y persona, e incluye tres grupos de afecciones (triple carga): Desnutrición, deficiencia o exceso de vitaminas y nutrimentos inorgánicos, así como sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación como cardiopatías, diabetes mellitus y algunos tipos de cáncer.
“Lamentablemente, no es raro observar a personas con obesidad que tienen deficiencias nutricionales como pudiera ser la anemia y, por el otro lado, los pacientes que tienen excesos de nutrimentos (colesterol o triglicéridos elevados)”, indicó.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) México, en el caso de sus resultados en niñas y niños de cinco años, establece que un 13.9% de este sector poblacional tiene talla baja o desnutrición crónica; 3.9% bajo peso; 1.2% emaciación y 7.7% sobrepeso.
Asimismo, los datos indican que la desnutrición crónica se presenta en localidades rurales (16.9%); los hogares hablantes de lengua indígena (27.4%) y los hogares con inseguridad alimentaria severa (20.7%).
Por último, en el Estado de México se tiene que la prevalencia de baja talla, asciende al 8% y la obesidad en la entidad es mayor que el indicador nacional con un 10.6% en menores de cinco años.