Las nulas oportunidades laborales y el hambre de conseguir una mejor calidad de vida, obliga a millones de mexiquenses a desplazarse a la Ciudad de México diariamente para conseguir un empleo formal que les permita tener ingresos más altos al promedio, sin importar que pierdan entre cuatro a seis horas diarias en sus traslados ni el gasto destinado en su transporte.
Esto ha generado que municipios del Valle de México como Acolman, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huixquilucan, Ixtapaluca, La Paz, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tecámac, Tlalnepantla, Tultepec, Tultitlán y Valle de Chalco y del Valle de Toluca, como Metepec y la propia capital mexiquense, sean denominados como ciudades dormitorio en el Estado de México.
De acuerdo con la profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Martha Isabel Ángeles Constantino, las ciudades dormitorio son espacios físicos que se formaron a partir del “sueño urbano”.
“Las ciudades dormitorio concentran una población muy importante, sobre todo en el Estado de México, que por esa ilusión o intención de mejorar su calidad de vida, vive en estos lugares, pero su empleo para seguir el sueño urbano les obliga a trasladarse en distancias enormes, eso los obliga a pasar prácticamente todo el día fuera de su casa, en algunos casos pierden muchísimo tiempo en el traslado y lo único que hacen es llegar a dormir a sus hogares”, explicó la socióloga.
Población y vivienda
Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Ixtapaluca, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tecámac, Tlalnepantla y Toluca, considerados dentro de los municipios “domitorio” del Estado de México, contaban con la mayor cantidad de viviendas particulares habitadas, así como de población, según el Censo de Población y Vivienda (CPyV) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En conjunto, estos municipios concentraban hasta el año 2020 una población total de 7 millones 308 mil 355 personas y 2 millones 048 mil 825 viviendas particulares habitadas.
De acuerdo con el CPyV 2020 la entidad contaba con una población total de 16 millones 992 mil 418 personas y 4 millones 569 mil 533 viviendas habitadas, de las cuales, 4 millones 568 mil 635 eran particulares (que eran habitadas por 16 millones 943 mil 520 personas) y 898 eran colectivas (con 48 mil 807 habitantes).
Es decir, estas ciudades dormitorio concentraban el 43.01 por ciento de la población total del Estado de México y el 44.85% de las viviendas particulares registradas en la entidad.
De los municipios enlistados, Ecatepec tenía la población más alta, con un total de un millón 645 mil 352 personas, así como la mayor cantidad de viviendas particulares habitadas (448 mil 623).
La investigadora de la máxima casa de estudios mexiquense sostiene que, además de la falta del ofrecimiento de empleo bien remunerado, otra de las características de las ciudades dormitorio es la escasa oferta de vivienda, sin embargo, quienes habitan en éstas demarcaciones prefieren adquirir en éstos municipios debido a que en sus lugares de trabajo (generalmente la Ciudad de México) es prácticamente imposible, principalmente debido a los costos elevados.
“Por ejemplo, quienes viven en la Ciudad de México ven prácticamente imposible poder comprar una vivienda allá, porque es muy muy costosa, incluso las rentas son muy elevadas, ese es uno de los principales factores de que la gente prefiere asentarse en estas ciudades dormitorio y trasladarse horas y horas para ir a trabajar, porque al final ese sueldo es mucho más competitivo que el que podrían recibir en su lugar de residencia, y les da la oportunidad de pagarse una casa o departamento, traslados, alimento, vestimenta y educación”, sostuvo Martha Isabel Ángeles Constantino.
Agregó que, si bien la mayor parte del territorio está urbanizado, todavía hay municipios que ya comenzaron su transformación a ciudad dormitorio, como los ubicados en la periferia del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, por ello la necesidad de generar una excelente planeación urbana en esa región, pero también un replanteamiento urbano en los municipios dormitorio.
Migración
La especialista en sociología explicó que uno de los principales factores sociales que se observan en las ciudades dormitorio del Estado de México es la gran cantidad de migrantes sudamericanos y centroamericanos que llegan para quedarse.
Éstas personas en su lucha por conseguir el “sueño americano”, terminan asentándose en territorio estatal por meses, incluso años, ante las posibilidades de mejorar su calidad de vida.
El Censo de Población y Vivienda 2020 reveló que en ese momento los municipios con mayor población nacida en otro país eran Huixquilucan, Naucalpan, Ecatepec, Atizapán de Zaragoza, Toluca, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Metepec y Tecámac; todos son considerados ciudades dormitorio.
En conjunto, estos municipios concentraban 36 mil 048 personas nacidas en otro país; Huixquilucan concentró la mayor población con ésta característica, con 6 mil 553 personas, seguido de Naucalpan con 4 mil 982 y Ecatepec, con 4 mil 614 migrantes.
Ante éste panorama, la catedrática entrevistada por El Sol de Toluca, consideró necesario que el gobierno estatal trabaje de la mano con el Instituto Nacional de Migración, para realizar un censo de los migrantes asentados en la entidad, sus características de empleo, entre otros.
“El Estado de México absorbe gran cantidad de campamentos migrantes que ya no son de paso, sino se convierten en lugares donde la gente se queda a vivir, en condiciones insalubres, están en el riesgo latente y constante de ser víctimas de violencia e incluso son explotados, (…), es necesario trabajar en políticas públicas como registro de los y las migrantes, de dónde son, de dónde vienen, cuáles son los recursos con los que cuentan.
Y por otro lado es muy importante el trabajo federal, dar garantía en las necesidades básicas de salud, educación, empleo, seguridad a las personas para que no tengan que mover su lugar de residencia, ante este sueño urbano, educativo y cultural”, argumentó Ángeles Constantino.
Problemas sin resolver
La catedrática de la UAEMéx declaró que las ciudades dormitorio son invadidas por múltiples problemas que se mantienen sin resolver, como la deficiencia de bienes y servicios, así como la seguridad.
“A éstas ciudades dormitorio generalmente llega población a donde no hay ningún tipo de servicio, y de pronto la administración en turno se ve obligada a dar servicios públicos, como agua, alumbrado público, vialidad, etcétera, y eso se convierte en un problema a largo plazo, por otra parte podemos observar que se trata de lugares inseguros, donde hay un mayor riesgo de presentarse delincuencia, justamente porque se trata de lugares solitarios”, sostuvo la investigadora Martha Isabel Ángeles.
Agregó que el Estado está obligado a generar las condiciones de empleo para las y los habitantes, por lo que los tres órdenes de gobierno deben impulsar estrategias que permitan acrecentar la oferta laboral, pero bien remunerada.