Los mexiquenses gastan en promedio 300 litros de agua al día, cantidad que equivale a 15 garrafones de agua diariamente y que representa el doble de lo que utilizan habitantes de otras grandes ciudades como París, Londres o Nueva York, donde no emplean más de 150 litros al día para sus actividades cotidianas.
Por cada mil litros que usan en sus hogares los mexiquenses desembolsan entre 2.7 y 12.3 pesos de acuerdo con las tarifas establecidas por diversos organismos de agua potable.
De acuerdo con el ingeniero Bernardo Martínez, investigador de la Universidad del Valle de México, plantel Lomas Verdes, en promedio cada habitante en el Estado de México gasta 300 litros de agua al día. Para quien tiene la tarifa popular apenas es casi un peso diario por dicho consumo y 10 pesos para quien tiene la tarifa más alta en su domicilio.
Por otra parte los precios que se pagan por una botella de agua oscilan entre 10 y 12 pesos por un litro, así como 45 pesos por un garrafón de 20 litros, es decir, dos pesos por litro.
La percepción de los mexiquenses que creen que pagan mucho por el agua es errónea, porque no valoran lo que implica llevarla hasta sus casas, además de que piensan que como el agua es un derecho que está en la Constitución no debería tener costo, aunque la desperdicien.
Óscar Monroy, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que “no hay conciencia del valor del agua”. e incluso aseguró que el agua en el Estado de México es prácticamente regalada.
“Gastamos más en esas botellitas y si les suben el precio no protestamos, pero si aumentan la tarifa del agua potable la gente protesta y se molesta porque no tiene idea de los miles de millones que se requieren para bombearla a la altura que tiene esta cuenca del Valle de México”.
Ambos expertos en el tema coinciden en que la gente debe de reflexionar al abrir la llave en casa, que es fácil, pero no así distribuirla en cada hogar por lo que señalaron que existen acciones muy concretas que pueden poner en marcha dentro de sus hogares para evitar el desperdicio y que además bajarán el pago que hacen cada bimestre.
Entre los ajustes para ahorrar agua se encuentra el poner en el tanque del WC botellas de PET rellenas con agua, para que el espacio que ocupan con el peso disminuya la cantidad de agua, así como lavar ropa con cargas bajas para que se aproveche mejor el agua y la energía eléctrica que gastan y no echar el aceite de cocina usado en la tarja del fregadero, ya que éste contamina miles de litros de agua.