“Mi cuerpo está aquí pero mi corazón tras las rejas, encerrado en el penal de Santiaguito donde está mi hijo”, señaló Mercedes "S" al referir que, por un delito supuestamente fabricado, su hijo se encuentre recluido en el penal de Santiaguito, mientras otra madre relata el asesinato de su hijo dentro del penal de Chiconautla, tras ser encarcelado luego de la fabricación de un presunto robo de vehículo.
Historias como éstas son las que se entretejen a diario en el interior de los penales no sólo del Estado sino del país, en las que lamentablemente sus actores principales son los "Falsos Culpables" y sus familias que claman la aprobación de la Ley de Amnistía.
“Mi hijo es inocente y por eso su caso estaba en juicio, pero me lo mataron en el interior del penal de Chiconautla”, señaló la madre de Alexis, un joven que fue asegurado y recluido en el penal referido por estar involucrado en un supuesto robo de auto.
La mujer indicó que la detención de su hijo fue ilegal, ya que, dijo, por no dar dinero a los policías investigadores, le fabricaron un delito por robo de vehículo y por lo mismo estuvo dos años en el Reclusorio de Chiconautla.
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Pese a que dentro del juicio se mostró que la factura del supuesto auto robado era falsa, relató que su hijo fue asesinado 15 días atrás y ahora, pese a que los homicidas están plenamente identificados, no se ha hecho nada.
“Hago responsable al director del penal, pues a mi hijo ya lo habían herido en un par de ocasiones y les advertí a las autoridades que ya estaba amenazado de muerte, pero nunca hicieron nada. Me lo mataron con una daga”, informó.
En tanto, Mercedes comentó que su hijo se encuentra recluido en el penal de Santiaguito por una supuesta extorsión que nunca cometió y por ende, ahora cumplirá una pena de 40 años de prisión.
A su hijo, de 27 años de edad, relató, lo detuvieron el pasado 6 de febrero a las 17:45 horas en una calle de la colonia Casa Blanca, supuestamente en un taller, al que, afirmó, nunca llegó su hijo, quien tenía la ilusión de presentar examen en la UNAM.
“Lamentablemente los medios exhiben a las personas como rateros o secuestradores, pero no saben que les montan delitos y por ello, ahora mi hijo se encuentra en prisión”, agregó.
Ante ello y debido a que por este hecho su familia les ha dado la espalda, se ha refugiado en el movimiento denominado Presunción de Inocencia y Derechos Humanos, donde muchas familias comparten estas injusticias.