Migrantes en Toluca sobreviven a la inseguridad y la discriminación

Los grupos de migrantes que llegan a la capital mexiquense duermen en albergues y en las vías del tren

Por Filiberto Ramos

  · martes 15 de mayo de 2018

José Hernández.

Wilfrido porta como única protección en su camino una estampilla del Santo Niño de la Guarda. Él y su grupo, en su travesía hacia la frontera norte, no tienen otra garantía que les permita llegar con vida a su destino.

“Nos asaltan, nos extorsionan, nos quitan todo, pero aquí estamos más tranquilos”, relata el migrante de Puerto Cortés, Honduras.

La capital mexiquense es un refugio para ellos. Esta zona del estado se mira lejana a lo que se vive en las entidades del sur e incluso lo que encuentran los centroamericanos en Huehuetoca y Ecatepec.

“Todo México es inseguro, nos venimos cuidando de migración, de los Zetas, en Ecatepec está duro”, dice Wilfrido.

El migrante viaja en grupo, hacerlo solo sería un suicidio, pues el crimen organizado y la delincuencia común agrede en su mayoría a los que viajan solos.

“¡Ayer a mi me asaltaron al bajar de un bus, me quitaron mis documentos y mi dinero!”, revela Areyni, otro de los migrantes del grupo que llegaron hacen par de días a Toluca y se instalan en la avenida José López Portillo a pedir ayuda para continuar su viaje.

Hace una semana, en la colonia Tlacopa un migrante centroamericano fue asesinado en medio de una supuesta riña. Hasta el momento el cuerpo continúa en el Semefo de la Fiscalía estatal a la espera de ser identificado.

“Viajamos siempre en grupos, nos quedamos poco tiempo en un lugar para que no nos identifiquen los malos, aquí nos dieron ayuda en un casa de migrantes”, explica Wilfrido para referirse a los albergues que asociaciones civiles improvisan para las docenas de grupos que llegan cada semana a Toluca.

Foto: José Hernández


DISCRIMINACIÓN

Pese a que la capital mexiquense no es tan insegura como otras ciudades del país, la discriminación es una constante para la mayoría de los viajeros que van hacia la frontera.

“Lo que más padecemos es el desprecio de la gente, nos discriminan porque no tenemos papeles y eso es muy feo”, relata Wilfrido.

En el grupo ubicado en la López Portillo viajan incluso niños y mujeres. Todos en cada verde del semáforo saltan al asfalto para pedir monedas y ganar la comida del día. Siempre con esas estampillas con las que salieron de Honduras y las únicas que sus victimarios no les han arrebatado en su viacrucis a Estados Unidos.

Foto: José Hernández.


Para tomar en cuenta

  • 50 migrantes en promedio llegan por semana a Toluca.
  • En los dos últimos años se ha incrementado la llegada de migrantes a la capital mexiquense como sitio de paso a Estados Unidos.


Nos asaltan, nos extorsionan, nos quitan todo, pero aquí estamos más tranquilos.

Wilfrido, migrante hondureño.