Miles de familias mexiquenses viven de la pepena y la recolección del PET

Los niños son la principal mano de obra en esta actividad y muchos de ellos viven en extrema pobreza con sus padres

Patricia Venegas

  · lunes 7 de mayo de 2018

Foto ilustrativa.


Coacalco, México.- En municipios mexiquenses se registran poco más de 5 mil familias viviendo de la basura. Dependen de la recolección de basura, o lo que algunos denominan pepenar; esto es su principal fuente de sustento económico.

El Instituto Nacional de Recicladores AC (Inare), asegura que en México existen alrededor de 200 mil empresas dedicadas a la recolección y reciclaje de residuos sólidos; aunque, sólo 2 mil 700 de ellas operan de manera formal.

En el territorio mexicano tan sólo 11 por ciento de la basura es reciclada y la industria genera cerca de 100 millones de pesos anuales.

A nivel nacional se reciclan 68 millones de toneladas anuales de residuos sólidos, principalmente en áreas urbanas del Estado de México, Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León.

Sin embargo, otra problemática con la que luchan constantemente las familias que se dedican al giro de recolección de residuos es el robo de chatarra, así como extorsión y secuestro de transportistas en carreteras.

Los hermanos Herrera son menores de edad. El único trabajo que han hecho en sus vidas es recolectar basura. Viven con sus padres en una casa de cartón y madera con piso de tierra, rodeada de montañas de plástico, cartón y comida descompuesta en el tiradero municipal de Coacalco,

La pepena es una alternativa de autoempleo para familias enteras que trabajan en los tiraderos municipales del Valle de México, donde los niños son la principal mano de obra en esta actividad.

Muchos pequeños ahora no solo recolectan basura, sino PET, material que pagan hasta en 8.50 pesos el kilo las empresas recicladoras para después exportarlo a países como China y Estados Unidos, de acuerdo a los encargados de estos negocios.

Manuel Contreras López, es encargado de una recicladora y asegura que ahora niños y ancianos, son los principales recolectores de PET en los municipios.