Las minas de las que se extrae grava, arena y piedra en la zona norte de Toluca se han vuelto de alto riesgo para los habitantes de esa zona, debido a los derrumbes que se han registrado este año, y que se cuantifican al menos dos. El último ocurrió apenas esta semana en San Diego Linares.
Pese a los operativos e inspecciones que hace la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México (PROPAEM), dichas excavaciones que son contratadas por privados, siguen operando sin restricciones y las medidas obligadas por ley.
Incidentes
El pasado 9 de marzo de este año, en la mina “La Loma” de San Andrés Cuexcontitlán, un derrumbe sepultó un camión tipo volteo y los servicios de emergencia auxiliaron a cuatro trabajadores que resultaron lesiones menores.
El día del derrumbe un camión de volteo realizaba maniobras cuando un alud de toneladas de arena y piedras cayó sobre los empleados de la mina, lo que puso en evidencia irregularidades en los protocolos de seguridad por parte de los propietarios de la mina “La Loma”.
Personal de servicios de urgencias extrajeron con vida a los cuatro trabajadores involucrados, quienes fueron trasladados a hospitales de la zona donde se les valoró fuera de peligro.
De acuerdo con testimonios de trabajadores de la misma mina recabados aquella fecha, las condiciones de seguridad e higiene en las que laboran dejan mucho que desear, aunque también expusieron que las autoridades responsables no habían realizado inspecciones desde hace más de un año.
En la tarjeta informativa, la Propaem informó que la mina de la cual se extrae arena, piedra y grava para obras de construcción “no contaba con la infraestructura necesaria para llevar a cabo dicha actividad”.
Burlaban normas
Dos días después la Propaem clausuró la mina, tras realizar inspecciones y verificar que burlaba los protocolos de seguridad.
La Propaem precisó en un comunicado que las condiciones de operación y de seguridad en el predio contravienen lo establecido en el Artículo 2.270 del Código para la Biodiversidad del Estado de México, y este tipo de incumplimiento a la normatividad ambiental es sancionado con multa que va desde mil 250 UMAS, equivalente a 120 mil 275 pesos, hasta 55 mil UMAS, equivalente a 5 millones 292 mil 100 pesos.
Al momento de la inspección realizada por el personal de la Propaem no se exhibieron las autorizaciones en materia de impacto ambiental, por lo que la Procuraduría mexiquense determinó ejecutar la clausura de las actividades realizadas en el sitio donde se registró el derrumbe.
Segundo Derrumbe
Otro derrumbe similar ocurrió apenas esta semana en una mina de la localidad de San Diego Linares.
De acuerdo con denuncias de habitantes, hace tres días ocurrió el último derrumbe en la mina ubica en San Diego Linares, en el cual no se reportó.
“Afortunadamente ni un trabajador resultó lesionado, pero es importante que Protección Civil haga algo, que los vecinos corremos el riesgo de quedarnos sin camino, ya que está muy dañado”, denunciaron vecinos de la zona.
Asimismo, señalaron que, debido a las constantes vibraciones provocadas por las explosiones de dinamita usada en las minas, hay viviendas que presentan daños.
“Las casas aledañas sufrimos de las constantes vibraciones que las explosiones ocasionan”, advirtieron los vecinos.