Toluca, México.- El tintineo que genera el mazo sobre el cincel y la piedra es interminable. Francisco pasa horas al día en esa labor que da forma a su oficio de producir molcajetes y metates.
“En mi pueblo ya somos pocos los que picamos la piedra, se está perdiendo la tradición”, lamenta el artesano de San Andrés Cuexcontitlán.
Este fin de semana expuso su trabajo en uno de los locales establecidos en la plaza González Arratia del centro de Toluca con otro grupo de artesanos de distintas partes del país. Sólo de esa forma logra que sus molcajetes y metates se vendan, pues este tipo de herramienta casera, ya es poco usada y sólo se compra para colección.
Tenemos poco mercado y debemos buscar lugares para vender.
En San Andrés Cuexcontitlán la labor de los molcatejeteros escasea, son unas 15 familias las que aún los elaboran, pues es un trabajo duro, que requiere de mucha técnica.
Francisco aprendió de su padre, don Leobardo Trevilla, uno de los antiguos artesanos de molcajetes, que el siglo pasado recolectaban su propia piedra en las minas. Ahora hay picadores de piedra que van a ofrecerla al centro de San Andrés.
La piedra se extrae de las minas, ya sea que se excave con pico o incluso se usan explosivos para despedazar la piedra. Francisco.
El proceso de extracción de la piedra volcánica con que se hacen los molcajetes, es complejo, y se extrae de minas cercanas a Toluca.
Los de San Andrés usan la piedra blanca y la negra, que es la más dura y difícil de labrar, pero también la más duradera, comenta el artesano.
La piedra negra es dura para picarse con el cincel, son muchas horas de trabajo pero un molcajete de ese material te puede durar cien años.
Según el tamaño de las piedras, es el número de molcajetes, y una sola pieza puede pesar entre 120 a 150 kilos, con lo cual se pueden producir unos cuatro molcajetes de gran tamaño.
La piedra negra volcánica obliga entre seis a siete horas para producir un molcajete a mano, a puro cincel y mazo como lo hace Francisco, sin uso de cortadoras eléctricas. Esa es la técnica que le heredó su padre.
Todo mi proceso es a mano, a lo tradicional para que las piezas sean únicas, aunque son de uso común, también son una artesanía.
El artesano puede producir por semana unas cinco docenas de molcajetes de piedra blanca, mientras que requiere al menos dos días para moldear un metate.
Su labor es dura y pocos la dominan, por eso recrimina que cuando los saca a la venta los compradores no sepan valorar su artesanía.
La gente pregunta los precios y se le hace caro, pero es un trabajo duro y que va a desaparecer con el tiempo y será imposible encontrar una pieza como estas. Advierte Francisco.
Para tomar en cuenta:
15 Familias hacen molcajetes en San Andrés
7 horas es el tiempo de producción para los de piedra negra
5 docenas por semana producen
500 pesos cuesta el más caro
FRASE
En mi pueblo ya somos pocos los que picamos la piedra, se está perdiendo la tradición.
Francisco Trevilla García, productor de molcajetes en Toluca.