Preocupadas por el sano desarrollo de sus hijos y la economía familiar, madres que trabajan como obreras en empresas del Estado de México tienen obstáculos para alimentar a sus hijos; no sólo son de horarios, sino culturales.
Sonia Hernández Cordero doctora en nutrición internacional por la Universidad de Cornell Nueva York, asegura que México se encuentra entre los países donde menos se practica la lactancia; en 2016 sólo el 18% de las mujeres amamantaba, aseguró.
La doctora en nutrición internacional señala que a pesar de que la lactancia es un asunto de salud, tiene beneficios en términos económicos para la sociedad y es de justicia social, además de ser el primer sistema alimentario de los niños y protege a la mamá, es muy bajo el número de madres que lactan.
Señala que todos los entornos de trabajo, donde las mamás tienen que regresar a trabajar, cuando no hay licencias de maternidad que les permita estar más tiempo con sus bebés, no son los adecuados para que puedan extraer la leche y continúen el proceso de lactancia.
Además, los horarios laborales no son flexibles, porque son más de 8 horas las que se encuentran separadas de su bebe.
La doctora en nutrición afirmó que no existe una legislación específica que hable de las licencias de maternidad para las madres trabajadoras; la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estípula permisos de maternidad de 18 semanas y ‘todavía no está alineado con lo que recomienda la OMS, que son 6 meses’.
Si los bebés son amamantados de acuerdo a lo que se recomienda, se previenen cerca de 800 mil muertes de niños al año y en las mujeres 100 mil casos de cáncer de mama, apuntó.
Recordó que los bebés que son amamantados tienen menos riesgo de morir y en el largo plazo los puede proteger del sobrepeso y obesidad durante la etapa de crecimiento.
‘La lactancia es la primera vacuna que reciben los niños y es todo un proceso donde la mamá y él bebe interactúan y la leche fluye de acuerdo a lo que necesita el niño’, explica la especialista.
Los principales desafíos son la falta de información, el personal de salud desactualizado, la distribución inequitativa de los trabajos del hogar y del cuidado del niño, así como las licencias de maternidad limitadas que no permiten completar el periodo de lactancia de al menos seis meses que sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS).