Madres de familia protestaron este martes frente al Poder Judicial mexiquense para denunciar que son víctimas de violencia vicaria, a través de la cual los padres de sus hijas e hijos se los han arrebatado, acusándolas de agresivas, sin mostrar pruebas; por lo cual pidieron resolver los casos con agilidad y con perspectiva de género.
Con cartulinas y playeras con leyendas contra la violencia vicaria, es decir, la que se ejerce hacia hijos, madres, padres, hermanos, o a animales de compañía, con el fin de herir y dañar a la mujer, denunciaron que les han arrebatado a sus hijas e hijos y acusaron que algunas de ellas tienen 582, otras 829 y hasta dos mil 190 días sin ellos.
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Protestan por casos de violencia vicaria; el arrebato de los hijos a las madres
Las mamás, quienes se han unido en una colectiva, señalaron que hay unos 134 casos a nivel nacional y otros 35 en el ámbito estatal y denunciaron que enfrentan misoginia y machismo en los juzgados y en los abogados.
Este año la violencia vicaria fue reconocida en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de México, con lo cual las víctimas pueden denunciar ante un juez para que se dicten medidas de protección para evitar que los agresores se les acerquen, incumplan con sus obligaciones alimentarias o intimiden a las mujeres.
Este tipo de violencia se presenta, entre otras cosas, a través de la sustracción de hijas o hijos, amenazas, la imputación de denuncias falsas y la dilación procesal injustificada.
Nancy Valdés explicó que una de sus principales peticiones es que le den agilidad a sus casos en Toluca pues hay muchos asuntos “atorados” por violencia vicaria.
“La mayoría de los casos son porque nos han quitado a nuestros hijos de una manera en la que primero nos acusan que estamos locas, que somos muy violentas, que los niños corren peligro y van a juzgados; nos quitan la guarda custodia y se los llevan.
“En mi caso así pasó: mis hijos estaban conmigo, pero él fue a poner una demanda de violencia en juzgados de Toluca en junio y en julio le daban la guardia y custodia provisional. En agosto fue a donde trabajaba y me quitó a los niños; yo inicio una carpeta porque yo tenía la guarda y custodia, pero no procede porque él se me adelantó: pidió la guarda y custodia y no pude moverme”.
Aunado a eso, dijo, el padre de sus hijos la siguió violentando pues no presentaba a los niños a las convivencias y junto con su abogado, acusó, han hecho el proceso muy largo. Incluso, consideró que con la ayuda de jueces y secretarios, pues pese a que él incumplía con presentar a los menores no le habían dictado medidas de apremio, hasta ahora, pero advirtió que le costó casi dos años que lo hicieran.
Queremos que se agilicen los procedimientos, que se haga justicia y nos devuelvan a nuestros hijos.
Desde hace un mes, refirió, ya le han dejado ver a los niños, pero por un tiempo tuvo que hacerlo en el centro de convivencia dos horas cada 15 días y ahora ya puede llevarlos a su casa, aunque él se opuso a esas convivencias pues alegó que los niños corrían peligro y le violentaban sus derechos, cuando, afirmó, están felices de estar con ella.
Incluso, señaló, la autoridad impuso al padre de sus hijos un arresto de 24 horas por no permitir la convivencia, pero él interpuso un recurso y está pendiente esa medida.
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También afirmó que hay machismo y misoginia en los juzgados, e incluso ella estuvo a punto de meter quejas contra el secretario de acuerdos porque cuando pidió medidas de apremio le decían que faltaba algo y pequeñas cosas retrasaron todo.
El machismo, sostuvo, no solo existe en los juzgados; sino también en los abogados quienes representan a los hombres, pero a veces hasta de quienes las representan a ellas. “Nos hacen ver como locas, violentas, nos revictimizan, que por algo nos quitaron a nuestros hijos y no tenemos el apoyo que deberíamos”.
Advirtió que el hecho de que la violencia vicaria no sea considerada un delito es una falla porque siguen cometiendo esa violencia “y saben que las autoridades no van a hacer nada”, sentenció.