Un grupo de mujeres del colectivo Haz Valer mi Libertad ingresaron a un celda y se encarcelaron frente al palacio del Gobierno estatal en la capital mexiquense para denunciar presuntos tratos inhumanos de sus familiares que se encuentran presos en penales mexiquenses.
Las familias piden la aplicación del recurso de amnistía para la libertad de sus hijos y esposos; desde el jueves iniciaron con la protesta en la calle de Sebastián Lerdo de Tejada frente a la Plaza de los Mártires.
La protesta inició desde el jueves por la mañana y continuará todo este viernes, pues piden ser atendidas por el gobernador del estado.
Lady Plácido Arroyo, representante del colectivo Haz Valer Mi Libertad, señaló que la celda representa las arbitrariedades a las que están sometidos sus familiares al interior de los penales.
“Esta celda mide tres metros cuadrados y es una representación de una celda en los penales, en la que viven más de veinte personas, allí comen, duermen y ahí mismo hacen del baño”, denunció la activista.
Plácido señaló que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México no actúa en estos, por eso es que tuvieron que representar en la vía pública las condiciones en que están sus familiares.
“Es para que la gente sepa cómo viven en los penales nuestros presos inocentes”, agregó la activista.
Cristina Flores, madre de Gilberto Gómez Flores, sentenciado a 27 años, expuso que representar frente al palacio del Gobierno estatal una cárcel, no se compara a las condiciones de precariedad que viven los presos en los penales mexiquenses.
“Esto no es nada de lo que sufre mi hijo, allá todo les cuesta, tiene un parrilla eléctrica pero no les dejan la luz, todo el tiempo uno está al lado del otro y cuando se enferman, el baño no les da a basto y así tienen que estar”, cuenta Flores, originaria de San Mateo Atenco.
Lilia López González, quien acudió al performance para exigir la libertad de su esposo Carlos Martínez Reyes, sentenciado a 70 años, dijo que su esposo lleva varios años preso y le han fabricado más delitos.
“Nosotros somos mazahuas, y ahí adentro es pura corrupción, pero yo tengo esperanza que va a salir libre mi esposo”, dice Lilia López.