Disminuir el financiamiento público no es la única forma de hacer más baratas las elecciones, pues también se podría usar la urna electrónica, acortar el proceso electoral, e incluso modificar la fórmula de distribución para que los recursos se entreguen a los partidos, de acuerdo con los electores que participen en los comicios, y no conforme al padrón electoral.
El ex consejero electoral y director del Centro de Planeación Estratégica y Prospectiva Política, (CEPLAN), Juan Carlos Villareal advirtió que el costo de las elecciones en México es alto, pues de acuerdo con estudios, el costo mundial de las elecciones es de un dólar por elector en promedio, y de dos dólares en algunos países; sin embargo, en el caso de México la inversión es de hasta 10 dólares por elector.
Por ello, advirtió, hay formas de ahorrar dinero, entre ellas: el uso de la urna electrónica, que ya es utilizada en países como Brasil, recorrer el inicio del proceso electoral y cambios en el esquema que podrían incluir modificaciones en la fórmula para que se entreguen recursos de acuerdo con la participación y obligar a los partidos a hacer cambios en sus estrategias.
La urna electrónica, apuntó, tiene candados para que la participación sea por huella digital, y ahora, hasta por el reconocimiento del iris.
“Con urna electrónica, acortando los gastos de campaña y si se corre el inicio del proceso, como lo teníamos antes en enero, es una manera de ahorrar recursos, pero eso debería operar también en el ámbito federal porque el sistema es centralizado, hay un reglamento nacional y esta medida no va a tener efecto si no hay un acuerdo nacional.
“Se puede hacer más barato, pero tendría que operar un cambio en todo el esquema electoral que tenemos, es un esquema muy complejo por los propios partidos, por los propios actores, Brasil tiene elecciones con urna electrónica desde hace muchos años y es una maravilla, hay resultados rápidos, no veo por qué en México no se pueda hacer; Brasil ya adelantó la urna electrónica con reconocimiento de iris”.
Villareal consideró que no hay impedimento para no dar ese paso, e incluso recordó que en el estado de México el Instituto Electoral (IEEM) ya tiene una urna prototipo, por lo cual pareciera que falta voluntad para hacerlo más barato, e incluso pensar en un cambio en la fórmula de financiamiento.
“Cambiarla para entregarlo por el número de electores que participaron, no por el padrón; así, si hubiera más participación, dar más dinero, pero con menos participación, menos dinero. Obligaría a los partidos a cambiar su estrategia, pero no sé si estén preparados para esa discusión. El cambio daría más dinero a quienes obtengan más votos”.
Sobre la propuesta de Morena de disminuir el financiamiento a los partidos en un 60%, advirtió que de acuerdo con especialistas como: Josep Colomer, en su libro Instituciones Políticas, cuando el partido que está en el poder hace reformas electorales, sin el consenso de la oposición, busca o mantener el poder, o incrementarlo.
Y de acuerdo con José Woldenberg, en su libro la Mecánica del Cambio Político, desde 1978 los cambios políticos registrados en México han sido producto del acuerdo y del consenso, pero cuando se anuncia una reforma desde el gobierno, que no es producto del consenso es claramente un intento de debilitar a los opositores.
“Cuando adicionalmente, esta iniciativa pretende disminuir el financiamiento público a los partidos políticos, que en este momento, dicho sea de paso, es el menor financiamiento en los últimos años, por supuesto que tiene una consecuencia en términos de la operación política”.
Además, añadió, los partidos compiten contra un gobierno que ejerce la mayor parte de recursos vía programas sociales, y los cuales, no son transparentes, ni tampoco sus padrones de beneficiarios.