Las desapariciones de jóvenes por voluntad propia son una muestra de la falta de autoridad por parte de los padres de familia, pero también resultado del mundo tan complicado que se vive en la actualidad, aseveró el especialista en Psicología de la clínica 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Luis Ponce Guadarrama, quien precisó que se trata de los llamados “niños emperadores” que se caracteriza por mostrar un trastorno opositor desafiante.
En entrevista, el psiquiatra de la clínica 220 de dicho organismo, explicó que generalmente uno de los padres es el que llama la atención, pero el otro, respalda el comportamiento del niño o joven, por lo que tarde o temprano aprenden a manipular y chantajear.
“Cuando los padres se niegan a brindar algo de tipo material, inmediatamente viene el berrinche del joven hasta que consiguen lo que se propone. Buscan llamar la atención de éstos y salen de casa por unos días sin avisar a dónde, pero generalmente se van con algún familiar y mandan mensaje a través de sus teléfonos celulares para informar que se encuentran bien”, externó.
De los casos que he tenido conocimiento, abundó, los jóvenes generalmente regresan a su casa, entonces lo importante es que en las familias se pongan de acuerdo, y si alguno de los padres llamó la atención y marco límites el otro debe respaldarlo.
En muchas ocasiones, agregó, los abuelos viven con sus hijos y nietos, y cuando llaman la atención los padres no los respaldan, sino que le dan la razón a los jóvenes, bajo el argumento de que no saben educar.
Con lo anterior, dijo, lo único que se consigue es que los jóvenes sigan manipulando y chantajeando, “aspecto que vemos con mucha frecuencia, y por ello, le pedimos a los padres que establezcan reglas claras, y que ninguno de ellos quebrante las reglas que se imponen, porque todos deben estar de acuerdo, manteniendo la misma opinión”.
Ponce Guadarrama destacó que generalmente ambos padres de familia laboran, por lo que se ven en la necesidad de salir temprano de casa, y entonces la mayoría del tiempo los jóvenes y niños permanecen solos sin nadie que les llame la atención.
Según estadísticas de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), desde el año 2013 a la fecha se levantado más 600 Alertas Amber para la búsqueda de menores de edad, en su mayoría mujeres que han desaparecido en la entidad.