En México se debe impulsar una política exterior feminista con enfoque interseccional, construida con participación y transparencia, con inclusión de voces y diversidad de proyectos, así como propuestas que verdaderamente simbolicen una lucha contra la desigualdad y el racismo estructural, consideró Paulina Rivera, integrante de la Red Mexicana de Política Exterior Feminista.
Durante la conferencia “¿Qué política Exterior Feminista queremos para México y ALC?”, Rivera expuso que aún cuando se han realizado esfuerzos para consolidar una política exterior feminista, éstos no han sido suficientes, pues el género femenino sigue estando en rezago, no sólo en México, sino a nivel internacional.
“Un tema fundamental al estar hablando sobre política exterior feminista de México y desde la Región de América Latina y el Caribe, que se nombra desde el sur global, es reconocer las estructuras y las dinámicas coloniales que persisten hasta el día de hoy, no creemos que un enfoque interseccional simplemente sume diversas identidades, sino, hacer una reflexión de las bases que le dan sustento a éste proyecto para realmente empezar a desmantelar las estructuras que hacen posible las opresiones”, argumentó.
En su intervención, Andrés Bórquez, investigador de Política Exterior Feminista en América Latina (PEFAL) y académico de la Universidad de Chile, sostuvo que la diplomacia climática y comercial son los ámbitos donde existe una amplia participación de las mujeres a nivel internacional, sin embargo, los desafíos son grandes, pues esta participación debe llevarse a otras materias.
En este contexto, abundó la urgencia de mejorar las condiciones de participación e inclusión de las mujeres, no sólo en política, sino en distintos rubros, bajo la transparencia, el conocimientos e investigación, así como el compromiso de dar continuidad a la política exterior feminista.
Por su parte, Daniela Castro, integrante del Observatorio Mexicano de Política Exterior Feminista (OMPEF), dio a conocer que con el evento “Hacia una Política exterior Feminista en América Latina y el Caribe” celebrado el pasado martes 2 de julio, se logró identificar las áreas de oportunidad en la materia.
Mencionó que actualmente en México se tiene una alta expectativa debido a la llegada de una mujer a la presidencia, no obstante, a nivel internacional hay brechas que romper y acciones que emprender.
“Hay que recordar que las mujeres llevamos años haciendo PEF desde diversos espacios, académicos, gubernamentales, dentro de la sociedad civil y comunitarios, la PEF también representa una oportunidad crucial para colaborar sub-sur.
“Éstas discusiones no sólo nos han confirmado que aún hay un largo camino por recorrer para que haya una coherencia entre las políticas externas y las políticas exteriores de nuestros países, sino que es fundamental reconocer que seguimos con estructuras y dinámicas neocoloniales persistentes con bases estructurales, que perpetúan las desigualdades, las cuales debemos eliminar”, destacó.
Para ello, dijo, es necesaria la inclusión de la sociedad civil, los movimientos feministas y la academia, pues la política exterior feminista se construye con la participación de todas las personas.
Argumentó que la academia tiene la responsabilidad de construir un pensamiento crítico en quienes están en las aulas y que a largo plazo serán los tomadores y tomadoras de decisiones.
Además, comentó que los jóvenes tienen una amplia importancia en la PEF pues será a través de ellos que ésta sea impulsada desde la diplomacia, la ciencia, la tecnología, el arte, el deporte y otros ámbitos.