Zinacantepec, México Si bien el Nevado de Toluca no es la montaña más grande del mundo, las personas deberían tomar en cuenta que no es un parque recreativo más, pues así como tiene bellezas naturales indescriptibles también encierra peligros que pueden poner en riesgo no sólo la integridad física sino también la vida y han llegado a requerirse, en una sola temporada, más de mil acciones de búsqueda, rescate o atención médica.
Por otra parte, no estando en el rango de las más peligrosas del mundo ni de México, el Xinantécatl tiene, lamentablemente, en cada invierno, muertes de personas que acuden cuando hay nieve y que podrían haberse evitado, de no haberse expuesto sin antes obtener información y asesoría adecuadas.
Para Arturo Vilchis Esquivel, coordinador estatal de Protección Civil, lo que hace atractivo al volcán en la temporada invernal es la presencia de nieve, aunque en los últimos años más que nevadas se han registrado granizadas que se preservan durante la mañana y hasta que sale el sol, pues después se funde, por lo que el paseo puede tornarse peligroso y el rescate mucho más difícil si se atreven a querer alcanzar los puntos más altos.
Juan Rodolfo Sánchez Gómez, expresidente municipal de Toluca y experto en deportes extremos en el Nevado, refiere la necesidad de realizar ascensos en compañía de expertos que conozcan el área, pues la montaña no es un parque recreativo más donde todos los riesgos se han mitigado, aquí se tienen barrancos y salientes que pueden provocar desde una torcedura, una fractura, hasta la pérdida de la vida.
Las dos visiones respecto a los peligros que encierra uno de los paisajes naturales más hermosos del valle de Toluca es compartido para El Sol de Toluca por los dos personajes que han realizado incontables ascensos y recorridos, tanto por motivos recreativos como en su papel de servidores públicos que deben velar por la seguridad e integridad física de los mexiquenses que visitan al Xinantécatl, cuyo significado es “Hombre Desnudo”.
Arturo Vilchis Esquivel muestra su preocupación, en primer lugar por los jovencitos que se van de “pinta” y aprovechan su arribo al volcán para alcoholizarse, pues esta práctica ha sido causa de accidentes o extravíos.
El segundo factor de alarma para el funcionario es la aparición reciente, no más de tres años, de “empresas” que venden tours, recorridos o excursiones al Nevado de Toluca por internet o redes sociales, sin tener un lugar fijo dónde localizarlas y contra las que no podemos hacer nada, pues generalmente quedan de verse en algún punto específico desde donde les cobran el servicio.
“La recomendación es que investiguen, sus cartas, sus recomendaciones, acreditaciones y su experiencia en el tema, pues no están avalados por nadie, ni por la Secretaría de Turismo federal ni el gobierno del estado”, aseguró y dijo que deben poner especial atención al sistema de aseguramiento, si me llego a accidentar ¿me van a pagar la atención médica?, porque los casos en que llegaron a registrarse fatalidades simplemente se echaron a correr y no los volvieron a ver. No hay una manera accesible de ubicarlos.
Debe tomarse en cuenta que alpinistas y excursionistas son categorías muy distintas; pero al contratar a estas “empresas” resulta que la gente llega como paseante, de repente se convierte en excursionista y tres pasos más adelante ya se sienten alpinistas, pero esto no sucede en el trayecto, se requiere de técnicas y de equipo específico que no tienen esas empresas y que, en un momento dado, puede poner en riesgo su vida.
Pidió, más que la ropa impermeable y las demás recomendaciones, tener extremado cuidado con este tipo de prestadores de servicio, van a intentar subirse a los picos, pues el principal atractivo del Nevado de Toluca es subirse al Pico del Fraile que es el más alto, toda vez que si la persona se resbala dado que las capas de nieve que son muy delgadas, “no son los glaciares que una vez hubo tanto aquí como en el Popocatépetl, entonces la gente se resbala porque de inmediato se funde, se convierte en hielo y se hace más resbaloso todavía”.
Entre las muchas recomendaciones que se hace a las personas que suben al Nevado está la necesidad de conservar un aparato de telefonía con la pila íntegra, lo cual les permite comunicarse y reportar un accidente o extravío; además de que lo utilicen para hacer señales al equipo de búsqueda que acude a su rescate.
Arturo Vilchis Esquivel recordó que se han encontrado cadáveres de personas que se han caído, durante la búsqueda de otra persona extraviada, también han sacado de los parajes del Nevado gente fracturada, personas que pasaron ahí la noche sin dimensionar que es muy diferente a la de la ciudad y cuando se encuentran pueden estar hipotensos o en medio de esa oscuridad total caer en una barranca aunque se guíen con la luz del celular.
En época invernal, cuando se presentan las nevadas, se pueden movilizar entre 200 y 300 elementos de todas las dependencias cuando la nevada llega al Parque de los Venados, pero cuando ocupa un área más extensa el personal se incrementa a más de 500 elementos, pues se requiere implementar rutas de desfogue.
Juan Rodolfo Sánchez Gómez destacó que en nuestro entorno no existe una cultura preventiva a fondo como en lugares donde las temperaturas son más frías y prolongadas, por lo tanto tampoco tenemos la mentalidad sobre los riesgos que representa pasar una noche en el volcán.
La verdad es que en torno al Nevado de Toluca aún falta mucho que hacer para normar su funcionamiento y para delimitar los riesgos que los turistas pueden correr en esa parte de la montaña, pues la gente sube sin tomar en cuenta que es un espacio gigantesco que no permite tener toda su extensión vigilada y controlada.
La gente no toma en cuenta el efecto drástico que las bajas temperaturas tienen en el organismo humano, asume que hace frío pero no alcanza a entender qué tanto frío hace y muchas veces cuando ya deberían estar descendiendo apenas empiezan a subir a pesar de las recomendaciones.
Tampoco toma en cuenta el efecto drástico de la altitud, pues el punto más alto está cerca de los cinco mil metros sobre el nivel del mar y si ya Toluca representa un reto por sus casi tres mil metros de altitud, aseveró Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
El tercer factor es el contacto de riesgo, que es el efecto del contacto con el medio ambiente en estado natural; es decir, diferentes condiciones solares, del viento y la humedad, entre otros, que acaban por tener efectos negativos.
Ejemplificó el efecto de la radiación y la luz solar, pues puede provocar quemaduras en la piel o, cuando hay nieve, la luz solar cambia, se intensifica y puede provocar suspensiones temporales de la vista.
El viento allá arriba tiene un efecto que puede ser devastador, sobre todo para las personas que suben con ropa no adecuada o suficientemente caliente para preservar su temperatura corporal, la ropa debe generar un equilibrio entre el efecto exterior y la necesidad de mantener calor y humedad. Esto provoca que la gente pueda experimentar golpes de frío muy severos o quienes sienten lo contrario y de momento sienten que se ahogan con su propia ropa.
La humedad, junto con el viento, acaba calando y la gente empieza a experimentar calambres o dificultades motrices en donde se combinan factores como la altitud o la falta de hidratación o de un consumo de alimentos que genera descompensaciones que, sumadas a la acción de la humedad, hace que la gente ya no pueda regresar.
Todo ello, aunado a la costumbre de llevar bebidas alcohólicas para mantener el calor corporal pero que pueden afectar el equilibrio y la falta de orientación se convierte en una mezcla explosiva. Esto es un reflejo de la falta de costumbre sobre la hidratación continua y adecuada ni de consumir el tipo de alimento ideal para el mantenimiento corporal.
“Esto no significa que un ascenso al volcán sea siempre una experiencia riesgosa o traumática, es una actividad que puede ser altamente placentera y sumamente recomendable, pero que exige tomar una precaución fundamental: no subestimar el nivel de riesgo que el volcán representa, pues si logra entenderlos y prepararse para un ascenso responsable la experiencia puede ser muy gratificante en muchos sentidos: la contemplación del paisaje, la maravilla de estar en contacto con la naturaleza y muchos más”, subrayó.
Para Juan Rodolfo Sánchez es muy importante tomar como precauciones cómo atender las condiciones meteorológicas del momento, pues cualquier lluvia o iniciar el ascenso después de las 13:00 horas en sumamente riesgoso; además de ello, no improvisar la subida; tercero, así sea para realizar actividades muy básicas se debe planear desde el horario, la ropa, los alimentos, la hidratación y las rutas que se van a utilizar.
CAÍDAS QUE REQUIEREN RESCATES
Muchas veces, cuando ocurre una caída desde los puntos más altos, el rescate se dificulta porque el terreno no es parejo, tiene declives, barrancas, etc., además de que dependerá de la oportunidad con que los cuerpos de emergencia sean notificados y aunque contamos con helicópteros del Grupo Relámpagos, éstos no hacen milagros, hay zonas donde no tienen acceso a pesar de que están súper equipados y pueden volar incluso de noche; pero en el Nevado de Toluca una caída de esos adquiere condiciones extremas.
“Simplemente, para llegar ahí tiene que subir más de cinco mil metros, que ya es muy alto para la generalidad de los equipos, estamos poniendo en riesgo al personal, los equipos y la vida de las personas se ponen en peligro”, apuntó.
Todas estas recomendaciones son para las personas que pretenden hacer este tipo de excursiones.
Cuando cae nieve se redoblan las medidas de seguridad y dependiente qué tanto se haya extendido la mancha de nieve o qué tanto haya abarcado la nevada cerramos el paso y puede ser desde el paraje La Puerta, en Zinacantepec, a veces en Raíces y no pueden llegar al Parque de Los Venados, el cual tiene la posibilidad de acomodar no más de tres mil vehículos.
No se permite estacionarse en el camino, pues el camino es muy angosto, no hay manera de abrirlo, no hay manera de ampliarlo, pues se trata de un área natural protegida, cuyo objetivo es preservar el entorno ambiental.
Además, los vehículos no pasan más allá de las cadenas, por los vestigios arqueológicos en las lagunas y en el entorno; es decir, el material que se ha encontrado forma parte de la cúspide del volcán.
No está permitido meterse a las lagunas, acampar en las inmediaciones de las lagunas ni escalar los picos, salvo que se solicite autorización expresa, pero a veces han sido grupos de deportistas o de investigadores que han permanecido allí acompañados por personal de Protección Civil del gobierno del estado, de la policía, de los servicios de urgencias y del municipio de Zinacantepec.
LA OPINIÓN DEL EXCURSIONISTA
Luis Daniel Camacho, quien ha realizado algunos ascensos al Nevado de Toluca en plan de excursionista, revela que hasta encontrarse de frente con en Xinantécatl la gente se da cuenta de los peligros que encierra el no tomar en cuenta las recomendaciones de la autoridad, pues aunque desde abajo se ve inofensivo el volcán encierra algunos peligros.
Considera que, por una parte, es el desconocimiento del ambiente que priva en sus alturas, “pues uno no se imagina la magnitud del clima, más si está soleado, crees que no va a ser tanto frío, pero allá arriba es otra cosa, las condiciones cambian en segundos, se mete el sol o se interponen las nubes y empieza el frío y las corrientes de viento son heladas; cuando ve sol la gente se empieza a desvestir allá arriba sin tomar en cuenta esos cambios y bajan de ahí con resfriados que te pueden llevar al hospital”.
Se tiene una perspectiva diferente desde abajo, asegura Luis Daniel Camacho al reconocer, “a pesar de que no se tienen las grandes pendientes la gente se resbala y no sólo por la falta de zapatos adecuados; también porque no toman en cuenta la altura: “El impacto al corazón es muy grande y eso lo resienten más los niños pequeños, son los que más sufren el llamado ‘mal de montaña’, pues el organismo requiere más oxígeno al estar a esa altura”.
Mucha gente piensa que va a un lugar turístico, como de día de campo y por ello hasta después de la primera experiencia van a tomar previsiones y ya no van a subir, por ejemplo sin hidratación y vestimenta adecuada, concluyó.
RECOMENDACIONES
*Haya o no nieve: subir con tres o cuatro capas de ropa, abajo, térmica y abrigadora y la exterior que sea impermeable.
*Usar dos o tres pares de calcetines, zapatos adecuados y cerrados, pero no tenis o zapatos abiertos o zapatillas.
*Llevar gorras y bufandas para proteger cabeza, oídos, nariz y boca.
*Protegerse con lentes oscuros por la radiación solar que es más intensa.
*Llevar líquidos para rehidratarse y bocadillos para alimentarse y evitar el cansancio o debilitamiento, pero no incluir bebidas alcohólicas.
*Si se llega hasta las lagunas no intentar tocar el agua, pues es extremadamente fría, su temperatura es de cinco grados bajo cero, lo cual puede ocasionar problemas muy serios, congelación de algún miembro.
*Atender los horarios que les marca la autoridad, sobre todo al momento de bajar y hacerlo a más tardar a las 16:00 horas, porque anochece muy temprano y es más fácil perderse en la oscuridad; además de que por la altura, la temperatura desciende con mucha mayor rapidez y la sensación de frío es mucho mayor que abajo.
*Preferentemente no llevar niños ni personas mayores, porque en ambos casos son grupos de riesgo.
*Para escalar usar el zapato especial que tiene spikes y puntas que se clavan en el piso, en las paredes y además de traer mosquetones, cascos, cuerdas y todo el equipo de seguridad al intentar ascender a la cúspide del Nevado.
Respetar los cortes de circulación cuando hay nieve o amenaza de tormenta.