La diputada del PRI Maribel Martínez Altamirano rechazó haber cometido un presunto fraude o abuso de autoridad, como acusó el alcalde de Luvianos, Alfredo Jaimes Benítez y pidió que el presidente municipal compruebe sus dichos.
El edil presentó una denuncia por fraude, abuso de autoridad y daño a la hacienda pública municipal en contra de la legisladora local, con el argumento de que ella le pidió 350 mil pesos para que le liberaran 15 millones de pesos de recursos públicos.
Aunque no dio mayores detalles de los hechos, la representante popular afirmó que fue engañada e involucrada en ese asunto.
A través de una carta, la diputada negó rotundamente los hechos que se le atribuyen y dijo desconocer en qué sustente sus dichos el presidente municipal.
Afirmó que al igual que el alcalde de Luvianos, ella fue víctima, y en cuanto se percató de los hechos consideró pertinente notificar al edil.
También aseguró que durante su trayectoria política y de labor social nunca se ha visto involucrada en este tipo de situaciones y lamentó haber sido engañada.
"Es muy importante dejar en claro que dentro de mi trayectoria política, y en mis 15 años de labor social, jamás me he visto involucrada en situaciones de esta índole, pues siempre me he conducido con honestidad, con verdad y transparencia. Lamento haber sido engañada e involucrada en este asunto, que considero es muestra de la crisis de valores que actualmente vivimos como sociedad".
La diputada local exhortó al presidente municipal a comprobar sus dichos, afirmó que siempre ha estado abierto el canal de comunicación con él y dijo que como madre de familia responsable y como legisladora es la primera interesada en pedir que los hechos se investiguen y aclaren, por lo cual manifestó su disposición a contribuir a la investigación para llegar a la verdad y defender su honorabilidad.
De manera extraoficial personas cercanas a ella señalaron que la legisladora no puede dar más detalles para no entorpecer la investigación en curso, pero aseguraron que a ella nadie le dió dinero.