Los menores son empleados como herramientas jurídicas en carpetas de investigación fabricadas, así lo denunciaron colectivos que trabajan en favor de las infancias, al tiempo en que exhortaron al Poder Judicial del Estado de México para que se empleen herramientas científicas para determinar si los testimonios que brindan son reales o han sido coaccionados.
El presidente de la asociación civil Más Infancia Feliz y Poder Civil, Miguel Ángel Plata Mejía, dio a conocer que en la mayoría de los casos de divorcio que se judicializan, los menores son manipulados para privar de la libertad a un adulto.
"Existe una manipulación, y para determinar una manipulación se necesitan expertos especialistas, psicólogos clínicos para que verifiquen a través de una prueba pericial o varias pruebas".
El activista destacó que a la semana, les llegan hasta 20 solicitudes de acompañamiento por posibles carpetas de investigación fabricadas, ante este hecho, lamentó que la corrupción es también un recurso constante en los casos de materia familiar.
En entrevista, dio a conocer que actualmente acompañan el caso de un profesor que lleva dos años recluido en el penal de Neza Bordo, sin sentencia, en el que la única prueba en su contra es un posible testimonio falso.
Por ello, solicitó que se utilicen herramientas como las cámaras de Gesell y se graben las declaraciones.
"Esto es para no revictimizar a los niños, que sean videograbadas, para ver su lenguaje no verbal y a través de ello, en caso de una inconformidad de una resolución, que ni estén conformes algunas de las partes los jueces tengan la oportunidad de pedirle a un colegio de peritos que revisen esta entrevista de las niñas y los niños para no revicitimizarlos, no volverlos a llamar otra vez".
Finalmente, lamentó que han detectado que, cuando un menor es manipulado para dañar a un adulto jurídicamente, desarrolla consecuencias psicológicas como depresión, ansiedad, problemas de personalidad y hasta falta de desarrollo de empatía y daños en la amígdala cerebral lo que afecta la regulación de emociones.
Incluso, reconoció, en los siete años que ha operado Más Infancia Feliz y Poder Civil, han registrado el suicidio de dos infantes que, se presume, fueron aleccionados para dar declaraciones falsas ante un juez.
