El presidente municipal de Coacalco, Darwin Eslava, advierte que ante el desinterés de los recolectores de basura por dejar de usar animales, podrían decomisar sus burros y caballos.
El alcalde señala que los bloqueos en vías y manifestaciones afuera del palacio municipal, podrían estar relacionados con "un tema partidista y de intereses económicos muy fuertes".
En conferencia de prensa, dijo que los líderes de los recolectores cobran entre 200 y 800 pesos diarios por la renta de estos animales, con los que se captan 180 toneladas de basura al día, lo que muestra que es un negocio redondo para la gente que principalmente radican en el municipio vecino de Tultitlán.
Este día un grupo de carretoneros y burreros caminaron sobre la avenida José López Portillo, interrumpiendo el tráfico para exigir la liberación de sus compañeros quienes fueron detenidos por elementos municipales.
A 11 días de que entrara en vigor las nuevas disposiciones aprobadas por el Cabildo, el Gobierno de Coacalco ha sancionado a once “burreros” por no respetar las reformas al Bando Municipal, a través de las cuales se prohíbe la recolección de basura mediante sistemas de tracción animal.
El funcionario indicó que tras la retención, los detenidos tuvieron que pagar una multa cercana a los cuatro mil pesos para poder solventar el daño y el animal les fue regresado una vez que estuvieron libres, pues el gobierno municipal no cuenta con un espacio para albergar a estos, y no pretende generar un daño económico por el retiro del burro o caballo que usan para esta actividad.
Darwin Eslava aclaró que bajo ninguna circunstancia su administración pretende afectar a quienes viven de esta actividad, por lo que se les han ofrecido distintas alternativas para que no vean afectados sus ingresos, como la incorporación a la Dirección de Servicios Públicos para que continúen realizando labores de limpia en las calles de Coacalco o la sustitución de los animales de arrastre por motocicletas a través de esquemas de financiamiento con una empresa, mismos que han rechazados por los cerca de 120 burreros o carretoneros que operan en Coacalco.