La solidaridad y fraternidad deben ser valores que prevalezcan en este tiempo de pandemia, donde familias completas han sido destruidas por este virus, señaló el vicario general de la diócesis de Toluca, monseñor Guillermo Fernández Orozco.
La autoridad eclesiástica explicó que esta nueva enfermedad ha vestido de luto a familias enteras y las muertes contabilizadas por las autoridades de salud lucen “rasuradas” ya que miles de personas han muerto en su casa y esas no se cuentan.
Hemos sabido de casos donde familias enteras se deshacen y lo más grave es que los familiares de quienes mueren ni siquiera pueden despedirse.
Indicó que, aunque muchos piensan que se trata de un castigo divino, no es así. La actual situación, añadió, debe servir para tomar conciencia y valorar muchas cosas incluyendo la misma creación humana.
“El hombre no puede seguir inmerso en una cultura de la muerte donde prevalece la violencia, narcotráfico y pornografía, sino tendría que pregonar una cultura de la vida basada en el respeto, fraternidad y hermandad”, declaró.
Estos, subrayó monseñor Fernández Orozco, son tiempos de solidaridad y fraternidad en el verdadero sentido de la palabra, es decir un momento de ayudar sobre todo a las familias que tuvieron la pérdida de uno de sus integrantes.
“A todos aquellos que han perdido a algún familiar derivado de esta pandemia, no deben reclamarle a Dios el porqué se ha llevado a su ser querido, más bien deben agradecerle el tiempo que lo tuvieron con ellos”, añadió.
Esta es una gran oportunidad, insistió, de las grandes obras de misericordia no sólo con cosas materiales sino espirituales, es decir, apoyar a aquellas familias que se han visto seriamente afectadas por esta pandemia, ya sea por la muerte de un familiar o porque perdieron su empleo.