Los comedores comunitarios no miden los aspectos de nutrición, pues fueron creados para resolver la carencia alimentaria; sin embargo, los niños y todos los que se alimentan ahí deben haber mejorado en ese aspecto, pues los menús que se les ofrecen deben ser aprobados, aseguró Evelyn Osorio Jiménez, delegada estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Explicó que el primer comedor comunitario se instaló en 2014 en San Felipe del Progreso y ahora se tiene presencia en 119 municipios, en donde se tienen activos mil 852, pues algunos se han cerrado y otros reubicado por razones como el no contar con las condiciones sanitarias para la preparación y consumo de alimentos o porque ya no asisten comensales, pues para mantenerlo abierto debe haber una demanda de más de 65 personas.
Algunos comedores se reubicaron porque estaban instalados en domicilios particulares donde no se tenía la infraestructura adecuada, pero a través del Fondo de Infraestructura Social se han estado construyendo comedores comunitarios en coordinación con los presidentes municipales.
Otros se reubicaron porque se encontraban fuera de las zonas de atención prioritaria, pero, aclaró, las nuevas reglas de operación sí permiten instalarlos en las zonas prioritarias urbanas, como en los casos de Ecatepec, Nezahualcóyotl e inclusive Metepec.
Respecto a la preparación de los menús, Evelyn Osorio dijo que todos deben incluir, al menos, una proteína y en este sentido precisó que a finales del año pasado se eliminó la soya y la sardina porque no fueron bien adaptados por los comensales, para incorporar ahora pollo y carne para albóndigas, chicharrón, chilorio y atún - éste último también se incluía en el menú anterior-, señaló.
Actualmente se cuenta con una despensa de 38 productos, la cual permite que se cuente con un menú sano, suficiente y variado, que no estén comiendo diariamente lo mismo, porque la gente también dejó de ir a los comedores cuando vio que siempre iba a comer lo mismo.
La delegada estatal de la Sedesol también indicó que se ha considerado la diversidad de gustos de los mexiquenses, “sabemos que en el norte les gusta comer una cosa, en el sur otra y en la oriente les gustan otras más, entonces se buscó también que la despensa que se envía a cada uno de los comedores fuera ajustada a cada una de las zonas en donde se ubican”, aseveró.