Las viviendas de interés social construidas en los municipios del área metropolitana del Valle de México, a partir del año 2000 no son funcionales ni cubren las necesidades de sus habitantes y como consecuencia de estos procesos de densificación habitacional, zonas tranquilas se fueron transformando en lugares con altos índices delictivos.
Concepción Huarte Trujillo y la doctora Teresa Esquivel Hernández, profesoras-investigadoras de la Universidad Autónoma Metropolitana, sostuvieron que el principal motivo es que las constructoras y los gobiernos anteponen el costo, a las necesidades habitacionales.
Ahora la vivienda de interés social, es construida para ocupar el mínimo de espacio requerido y al menor precio, sin importar que para las personas sea casi imposible habitarlas.
En términos generales, señalaron, se trata de construcciones en masa, con la misma forma y colores, que constan de un cuarto o dos y en el mejor de los casos, con sala-comedor, un baño y una cocina muy pequeños.
Las profesoras de la UAM, describieron cómo se rompe la ilusión de las personas por contar con una nueva propiedad y cómo a consecuencia de estos procesos de densificación habitacional zonas tranquilas se fueron transformando en lugares con altos índices delictivos.
Al comienzo del programa de este tipo de vivienda impulsada en el 2000, por el presidente en turno, (Vicente Fox) el cual menciono que “todos los mexicanos tendrían casa, vocho, tele y un changarro” parecía buena idea ocupar espacios desaprovechados para tener terrenos baratos y que la gente de menores recursos pudiera tener la oportunidad de comprar una casa propia.