Toluca, México.- Nora nunca pensó que las redes sociales cambiaran su vida luego de un reportaje que esta casa editorial publicó sobre su trabajo como taquera el pasado mes de octubre y que se viralizó. Si bien es cierto –a decir de ella- ha recibido el reconocimiento de un considerable número de seguidores por su trabajo; pero también es víctima del acoso, situación que ha afectado su vida personal.
“Es feo que inventen muchas cosas, no tienen fundamento; parece ser que a ciertas personas no les parece que a otras le vaya bien y no debería de ser así. Criticar o poner un comentario en las redes de ninguna forma significa que ellos sean mejores personas que una”, dijo para este medio en entrevista exclusiva.
“La taquera de la Adolfo López”, como se le ha conocido en redes sociales, asegura que ella nunca buscó ser famosa, tan sólo es “una mujer emprendedora, pero sobre todo una madre soltera que intenta salir adelante junto a su familia” y su objetivo tan sólo fue “dar a conocer una historia de esfuerzo y trabajo”.
La también empresaria se dice sorprendida por tantas reacciones; pero a la vez que esta situación la pongan en una situación complicada, pues ha sido presuntamente víctima de la difamación de ciertas personas que se esconden en la obscuridad de perfiles falsos.
El caso de Nora, como muchos otros, es un ejemplo de que la humillación pública sin fundamentos en las redes sociales no se tiene límites, pues cualquier usuario puede arruinar una vida con un comentario desafortunado, sin que, casi siempre, la persona ofendida tenga posibilidad de defenderse.
Sin embargo, se dice fuerte ante esta situación, pero pide prudencia a la audiencia. Ella sostiene que seguirá con su trabajo y lo desempeñará como siempre y al mismo tiempo cuestiona su situación:
“Mi trabajo lo haré como siempre, en este momento la situación me ha puesto a prueba, debo de reconocer que he pensado en parar, pero bueno, toda mi vida ha sido una prueba y pues como siempre: debo de salir adelante por mí y por mi familia”.
Nora sólo pide respeto hacia su persona y, como cualquier ser humano, dice tener aciertos y errores, “la propiedad privada es cuestión de uno”, señala con puntualidad.
Ella seguirá vendiendo tacos en la calle, pues se trata de más que una actividad tan respetable como cualquier otro oficio.
Finalmente, agradece a todas las personas que le han reconocido su trabajo, respecto a sus detractores tan solo les dice que “vivan y dejen vivir”.