Toluca, México.- El olor a combustible sacó de sus domicilios a los pobladores del barrio de Santa Cecilia, ubicado a unos metros de la autopista Lerma-Valle de Bravo. Unos minutos después, el infierno se desató. La rapiña comenzó y después los golpes.
Eran cerca de las 7:30 horas de este jueves, y algunos comenzaron con el alboroto al grito de: “¡Que hay gasolina!”, para alertar de la perforación de una nueva válvula en los ductos de Pemex. Equipados con botes y tambos se arremolinaron los vecinos.
Hubo entonces júbilo, que minutos después se volvió en rabia y miedo. Un grupo de 30 y luego 40 policías comenzaron a llegar hasta el lugar. Entonces comenzó el enfrentamiento.
“Nos decían: 'aléjense viejas, para atrás' y nos comenzaron a tirar gas”, relata Adriana, vecina que estuvo en medio del enfrentamiento. La escena se repitió toda la mañana.
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En la zona norte de Toluca, las tomas clandestinas de combustible han llegado a estos extremos, los grupos del crimen perforan y roban huachicol y una vez que se van, los habitantes aprovechan la rapiña, como ocurrió este jueves en San Cayetano Morelos.
El desastre se desató en una válvula que, semanas atrás, ya había sido clausurada.
Unos 200 pobladores se juntaron en el lugar, donde el hidrocarburo fluía a chorros.
Los que pudieron lograron cargar las primeras garrafas, luego los granaderos usaron bombas de gas lacrimógeno para ahuyentar a los pobladores que llegaban como hormigas.
Las piedras comenzaron a volar, golpes en medio de la cortina de gas.
La policía persiguió hasta los domicilios a los pobladores para detenerlos. Alrededor de las 10:30 horas ya había más de 50 patrullas y 300 informados reforzados con granaderos y elementos de la Marina.
Algunos detenidos fueron atendidos incluso por la Cruz Roja. Los atendieron en el suelo tal como los tenía la policía.
Al arribo de la prensa, los habitantes se dieron valor y denunciaron la agresión.
No es la forma de actuar de los policías, nos agredieron solo porque nos acercamos, ellos son los rateros, vienen con sus garrafones y se llevan la gasolina.María Elena, otra de las vecinas sondeadas.
A lo largo de los carriles de baja de la autopista, las hileras de patrullas se instalaron, mientras las ambulancias acudieron por heridos repelidos en sus domicilios.
Vamos a ver cómo quedó mi tía, a ella la golpearon también y a mi tío lo tiraron de un golpe en la cabeza, ese policía güero que está allá.Dijo otra de las vecinas.
Las escenas ocurridas en San Cayetano se repiten casi a diario en toda la zona norte de Toluca. La proliferación de los grupos de huachicoleros han perforado toda la zona norte de Toluca.