Nueva ruta y refugio para los migrantes en el Valle de Toluca

Centroamericanos buscan escapar de la violencia y robos en territorio mexicano

Sandra Hernández

  · domingo 23 de diciembre de 2018

Foto: Daniel Camacho


Toluca, México.- En 2018 la capital mexiquense y municipios vecinos se convirtieron en una ruta y refugio para los migrantes provenientes de Centroamérica, quienes en territorio mexicano tratan de evadir agresiones, robos y vejaciones.

Foto: Daniel Camacho


Una anterior ruta para ellos era la zona de Huehuetoca, sin embargo ahora la identifican como un paso peligroso ante la prevalencia del crimen organizado. Derivado de lo anterior, en este año fue mayor el número de migrantes que optaron por tomar el camino que cruza por municipios como Toluca y Metepec.

Para Carlos Roberto Sánchez, migrante hondureño, quien tiene 25 años de edad y pide el apoyo económico en la zona de La Maquinita, el objetivo es Nuevo Laredo, y hasta ahora lleva cuatro meses en la capital mexiquense.

Salí de mi país porque la situación ya era insostenible, debido a que no dejan trabajar a la gente y de todo nos quieren cobrar. Con esta es la segunda ocasión que intentaré pasar al otro lado, porque la primera me regresaron

La razón por la cual se encuentra aquí es que existe menos extorsión hacia su persona por ser migrante, ya que en otros lados de la entidad o el país la policía “se mete mucho con nosotros y nos pide dinero”.

Dicha situación la han detectado más en esta temporada decembrina y de fin de año, por lo que en los últimos días ha visto cómo a él o a sus compatriotas “nada más les quitan el dinero”.

Fotos Daniel Camacho

Roberto aseguró que permanecería sólo por la mañana en ese sitio, ya que no se encuentra en ningún tipo de albergue, por lo que tenía que apurarse y escoger cualquier otro lugar en las calles para poder dormir, e indicó que afortunadamente hasta ahora ha recibido más el apoyo de la gente que de cualquier autoridad.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Control Biométrico Migratorio de Honduras, hasta ahora se ha registrado el ingreso de 2,371 hombres y 650 mujeres para hacer un total de 3,021 personas adultas en México, a las que se suman 1,046 menores de edad, entre niñas, niños y adolescentes.


TRABAJO

Por su parte Carlos Alberto Flores, otro migrante hondureño, indicó que por ahora se concentra a pedir apoyo de la gente en los semáforos para adquirir comida, y junto con otros de sus compatriotas pasan las noches en los hoteles de la capital mexiquense.

A Carlos se le dificulta hablar y convivir con la gente en Toluca, e incluso se muestra desconfiado cuando alguien lo aborda en las calles; “queremos que entiendan que estamos aquí porque deseamos un mejor nivel de vida para nosotros y nuestras familias”.


Sin apoyo albergue de inmigrantes en Pilares


El Albergue del Migrante en la colonia Pilares carece de apoyos desde que surgió hace prácticamente siete años, por ello su fundador Armando Vilchis Vargas les pidió a las autoridades y representantes populares pasar de los discursos a los hechos.

Semanalmente llegan a su albergue-taller mecánico por lo menos 70 personas provenientes, principalmente, de Centroamérica y Cuba, quienes demandan techo y comida.


"Yo soy cofundador del albergue del padre Solalinde, en Mixtepec, Oaxaca, pero somos de acá. Mi experiencia en ese sitio me motivó a realizar un esfuerzo similar en Metepec", enfatizó don Armando en entrevista con El Sol de Toluca, ya que se dio cuenta de que se trata de una zona por la que atraviesan muchos migrantes.

Este sitio se mantiene con recursos propios, además de que es propiedad privada, y recordó los inicios del albergue cuando comenzó a recoger a los migrantes en vehículos viejos, en los cuales -incluso- pernoctaban.

Cuanto comenzamos con el refugio, señaló, “primero eran tres migrantes y ahora el número se ha incrementado de manera importante. No tenemos conocimiento en la zona de un sitio similar, y lo más triste es que las autoridades no voltean para acá, por lo que prácticamente nos encontramos abandonados”.

Mientras realizamos esta entrevista en el albergue propiedad del señor Armando, el cual se ubica entre las calles de Aldama y Comonfort, en Pilares, pudimos observar los rostros de varios menores (no mayores de ocho años) que sin saber ni interesarles qué están haciendo ahí, se dedican a jugar con todo lo que encuentran en este lugar.


INVISIBLES

Según Armando Vilchis, los migrantes “son los invisibles o abandonados”, ya que ninguna autoridad voltea a verlos, ni siquiera la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), “y no muestran la mínima sensibilidad para venir”.

Yo creo que el actual titular del organismo (Jorge Olvera) era buen rector, pero nunca lo hemos visto por aquí. Este lugar no solamente es para atender a los migrantes, sino para apoyarlos a realizar sus trámites

De igual forma mencionó que los representantes populares se comprometieron a entregar un día de su dieta para apoyar a los migrantes, “pero hasta ahora nada, ni se acuerdan”.


Migrantes tendrán amarga Navidad lejos de su tierra

Siguen pensando en lograr pasar el muro y conseguir el “sueño americano”

El panorama para Oreste Domínguez y Gerardo Coronado, migrantes hondureños, no se ve del todo favorable, sobre todo porque para el primero será la primera ocasión que pasará fuera de su casa el 24 de diciembre y el Año Nuevo.


Mientras platica con El Sol de Toluca, Oreste no deja de cuidar a un niño que se encuentra en el albergue-taller mecánico de Pilares, sin perder de vista la pequeña zona que sirve de refugio para él, y otras personas que proceden de Centroamérica, en espera de probar bocado en una pequeña cocina improvisada que también se encuentra en el lugar.

En el exterior observamos a otro migrante cubano, quien con mirada retadora nos dice: “¡Tómenme una foto lijando este auto!, para que los mexicanos no piensen que todos somos flojos”, y Oreste retoma la charla para decirnos que salió de Honduras hace ocho meses, pero su problema no fue económico, porque -asegura- tenía trabajo.

En mi país tenía mi negocio propio. Soy una persona joven (24 años), y lo que me obligó a salir es que me querían asesinar las pandillas, porque tuve problemas con la 18. Yo les sigo pagando, porque todavía les debo una trimoto que en las zonas rurales de Honduras sirve como un medio de transporte (taxi)

Mencionó que dicha unidad se quedó bajo el resguardo de su madre y la siguen trabajando, “ya que ella debe pagar renta a las pandillas para que pueda mantenerse, y eso fue lo que me motivó a salir de mi país”.

De igual forma señaló que llegó a México con un amigo, el cual ya se encuentra en Estados Unidos, porque consiguió el dinero para poder trasladarse a esa nación.

Si bien todavía no desiste de alcanzar el "sueño americano", se encuentra consciente de que la situación se torna cada vez más complicada, y éste no sería el mejor momento para iniciar dicha aventura.

Por eso planea quedarse por un tiempo en nuestro país, y este fin de semana se dirigirá a Guadalajara, en donde, asegura, “me están esperando para un trabajo”.

Consideró que en la entidad hay mucha gente buena que los ha apoyando, pero lamentablemente son ellos quienes se han encargado que la situación se torne complicada.

“Los mexicanos están en alerta debido a las diferentes caravanas de migrantes, y a pesar de ello agradecemos que existan sitios como este en donde nos pueden apoyar”, manifestó.


INSEGURIDAD

Ahora es Gerardo quien se integra a la plática y asegura que la situación en su país es complicada debido a la inseguridad, porque parece que siempre hay guerra y no tienen libertad.

“Las oportunidades están en todos los países, pero lastimosamente lo que vivimos en Honduras es sociopolítico", externó al tiempo de indicar que tiene 34 años y no desiste de su sueño de llegar a Estados Unidos.