Para dar continuidad a la captación de inversiones nacionales y extranjeras, pero considerando la crisis hídrica que hay en el país, el Estado de México debe aprovechar el ‘nearshoring’, sin dejar de lado cuánta agua disponible hay para el establecimiento de nuevas empresas, manifestó el profesor-investigador del Colegio Mexiquense, José Antonio Cabrera.
“El tema del agua se va a volver un factor importante en la toma de decisiones, que ya no sólo será el tener el personal calificado, el espacio, instalaciones, sino también si hay suficiente capacidad, como entidad federativa, para proveerles agua”, explicó el académico en entrevista exclusiva para El Sol de Toluca.
Agregó que la actual administración estatal deberá tener como línea prioritaria la disponibilidad de agua que hay en la entidad, pues no sólo se trata de tener más empresas y acrecentar la industria, sino también darles garantías a esos inversores a corto, mediano y largo plazo.
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José Antonio Cabrera recordó que, dentro de la industria, el sector agroalimentario es el que más consume agua, sin embargo, hay otros sectores que también hacen un uso de agua excesivo.
Faltó planeación
La industria ha influido en la sobreexplotación de los acuíferos debido a sus grandes cantidades de extracción de agua, sin embargo, el rezago en el marco legal y la falta de planeación sobre el tipo de empresas a establecerse y el abastecimiento disponible, han contribuido para acelerar la crisis del agua que se vive actualmente en México.
Y es que, pese al desabasto de agua que actualmente hay en la zona centro del país, principalmente, las grandes empresas industriales no se ven afectadas por esta escasez, ni disminuyen los volúmenes de extracción que tienen permitidos según sus concesiones.
Al respecto, José Antonio Cabrera declaró que en las últimas décadas el gobierno federal debió tener mayor control sobre el establecimiento de nuevas empresas y sus tipos de giros, pues ello habría ayudado en la planeación y control de la extracción que la industria realiza.
“Este problema no sólo es en el Estado de México sino a nivel nacional, es un asunto que no se ha ido atendiendo y es un rezago, tras rezago, tras rezago, se ha beneficiado a la política económica para que las actividades continúen a costa de, en cierto punto, el estrés hídrico, y esto lo podemos ver en Monterrey, en Mexicali, en Hermosillo, en Culiacán.
“Es un rezago que se ha venido dando a lo largo de las décadas por no planear qué tipo de empresas se van a establecer y cuál es la capacidad de abastecimiento de agua, si se puede o no se puede (establecer) ese tipo de empresas dentro de determinada región”, explicó el investigador en entrevista para El Sol de Toluca.
Contexto jurídico
Debido a la veda por sobreexplotación de los acuíferos, las grandes industrias no pueden solicitar nuevas concesiones de extracción, pero sí pueden solicitar la transferencia de éstos al sector agrícola, por ejemplo, lo cual está permitido en la Ley de Aguas Nacionales.
Esto puede ser mucho más benéfico para la industria debido a que, la concesión al contar con un título agrícola, están exentos del pago de la tarifa 09 de la Comisión Federal de Electricidad, estímulo aplicado “para la energía eléctrica utilizada en la operación de los equipos de bombeo y rebombeo de agua para riego agrícola por los sujetos productivos inscritos en el padrón de beneficiarios de energéticos agropecuarios, hasta por la Cuota Energética determinada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación”, según información de esa Comisión.
Con base en la investigación “Captura política, grandes concentraciones y control de agua en México” publicado por el Colegio de Geografía de la UNAM publicado en 2019, en el Estado de México había al menos siete puntos de extracción de agua de las cerveceras Heineken de México y Grupo Modelo asentadas en Toluca, las cuales dependen de aguas subterráneas, con una extracción estimada en 3 millones 035 mil metros cúbicos al año.
A las anteriores se sumaban 20 puntos de extracción de agua subterránea otorgadas a armadoras de automóviles; 4 más en Cuautitlán Izcalli con registro en 1995, una en Lerma con registro en 2004, una en Tianguistenco con registro en 2004 y 14 en el municipio de Toluca con registros desde 1996 y hasta el 2000.
Durante el periodo de investigación se determinó que la industria metalúrgica no contaba con puntos de extracción de agua vigentes en la entidad.
A las anteriores se suman las dos plantas de Bonafont en Toluca, que en conjunto suman más de 3 millones de litros de agua diariamente según datos de la Conagua.
En abril de 2019 en Soyaniquilpan, Estado de México, fue inaugurado el parque industrial Arco 57, así como la embotelladora Niagara Bottling, a las cuales la Conagua otorgó siete concesiones para explotar el acuífero, sin embargo, las concesiones fueron expedidas pese a que la región tiene veda desde 1978; la vigencia de dichas concesiones fue por diez años.