Ecatepec, México.- Elementos de la Policía Federal adscritos a la División de Gendarmería han visitado 46 planteles donde han impartido platicas a jóvenes estudiantes para detectar y prevenir el delito de trata de personas.
En su recorrido los oficiales han instruido a cerca de 20 mil estudiantes de planteles de educación media superior y superior para prevenir y detectar estos casos. Les advierten que de cada 100 casos de trata que se registran sólo dos son localizados, sin que signifique que la víctima se encuentre a salvo.
Los elementos imparten los cursos-conferencia los días viernes en las instituciones educativas contactadas con antelación, donde el principal objetivo es el de informar a los jóvenes de la localidad de cómo identificar situaciones de trata de personas y la forma de realizar las denuncias correspondientes. Además de estas temáticas, también los jóvenes asistentes, son alertados sobre violencia en el noviazgo, adicciones y delitos cibernéticos.
Los 20 mil estudiantes que han asistido a estas conferencias, pertenecen a preparatorias, Colegios Nacionales de Educación Profesional Técnica (Conalep) Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS), universidades, entre otras instituciones.
Esta estrategia -señalaron los instructores- ofrece el conocimiento necesario a los jóvenes para que en caso de detectar cualquier riesgo lo denuncie oportunamente y no se conviertan en víctimas, también los alertan en sentido que el 17 por ciento de los perfiles de redes sociales son falsos, de ahí la importancia de que los usuarios protejan sus cuentas para evitar ser víctimas de este delito.
De acuerdo con información de la Policía Federal, en el mundo la trata de personas afecta a 21 millones de personas, sobre todo mujeres, niñas y niños; esta práctica consiste en atraer a las personas mediante engaños, violencia o promesas, para después explotarlas de manera sexual, laboral, para mendigar o en matrimonios forzados.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) posiciona a la trata como el tercer delito mejor remunerado debajo del tráfico de drogas y el de armas ya que las víctimas son ofertadas ilimitadamente hasta que su salud se deteriora.