Apenas comienza la homilía y como acto de magia surge de la casulla del sacerdote Alfredo Hernández ese muñeco color naranja conocido como Elmo el cual, junto con otros personajes, le ayuda a explicar el Evangelio a los pequeños que cada domingo asisten a la Iglesia de San Juan Bautista, en el municipio de Sultepec.
Originario de este municipio sureño, el padre Alfredo Hernández buscó la forma de atraer la atención de los niños que asisten a misa y para ello encontró en los títeres una posibilidad de saciar la sed de Dios que desde siempre han tenido los pequeños.
“Primero quise utilizar títeres que representarán a los apóstoles, pero vi que no era tan atractivo, así después gracias al regalo de una familia que veía mis esfuerzos por los niños, me regalaron unos títeres de Plaza Sésamo y fue desde ahí donde comenzamos estas celebraciones religiosas que hasta hoy son seguidas en varios países de América y Europa”, mencionó el sacerdote.
Obviamente, refirió el religioso, tuve que crear varios libretos que con la ayuda de personas como Felipe Estrada y el actor de teatro Alejandro Fernández, se afinaron y dieron forma a la participación de los personajes en las ceremonias religiosas.
“La primera vez que utilice a los títeres fue un conflicto muy grande conmigo mismo, me miraba al espejo con Elmo y estuve a punto de no utilizarlo, pero corrí el riesgo y los feligreses tuvieron una reacción muy bonita e inolvidable”, relató.
El padre lleva ocho años celebrando misa con la ayuda de los personajes de Plaza Sésamo y ha recorrido templos en la Ciudad de México, Querétaro y aquí en el Estado de México en Huixquilucan y actualmente en el municipio de Sultepec.
“Primero utilizaba títeres que una familia me regalo, pero luego unos trabajadores de la empresa Bimbo me hicieron el favor de contactar a los creadores de los personajes y aunque tuve miedo de que me reprendieran por los derechos de autor, me enviaron los personajes originales que son los que me ayudan hoy a dar la misa”, añadió.
Gracias a Dios, indicó, esa idea fue muy atractiva para los niños y a partir de ahí se ha encontrado con un sinnúmero de experiencias gratificantes como el que los niños llevan a sus papás a misa, y acuden por gusto y no por obligación.
“Uno de tantos pasajes bonitos me ocurrió en cuando estuve en el templo de la Santa Cruz en La Herradura de Huxquilucan, ahí el papá de unos niños que siempre llegaban una hora antes de la misa me fue a ver y se quejó porque sus hijos lo despertaban a las 5 de la mañana para que los bañarán y se prepararan para asistir a la misa. Ellos siempre estaban en la primera fila”, recordó.
El papel de Elmo y sus personajes, puntualizó, es explicar el Evangelio a los niños en la homilía, objetivo que se ha cumplido a cabalidad en todas las parroquias donde ha oficiado, toda vez que aseguró las sonrisas y las expresiones de los niños y hasta de algunos adultos han sido las mismas.
Mencionó que antes de la pandemia en el templo de San Juan Bautista de Sultepec la presencia de niños era poca, pero poco a poco fue creciendo al grado que de 400 personas que asistían a la misa, al menos 100 eran niños, quienes llevan a sus padres a la misa.
“Yo creo que en todos los lugares donde he estado, la cuarta parte de los asistentes son niños y eso es muy reconfortante pues si bien Dios siembra la semilla, nosotros como sacerdotes también hacemos esa tarea, ya podemos contribuir a tener buenos cristianos adultos y por ende, buenos ciudadanos.
Actualmente y debido a la pandemia el “Padre Elmo” como es conocido, oficia misa en el templo de San Juan Bautista del municipio sureño de Sultepec y si bien el templo luce cerrado por el tema de la pandemia, se puede seguir en vivo a través de la página de Facebook “Padre Elmo”.