Cuando nació la bebé de Alejandro, tuvo problemas para respirar por su condición de prematura, pero jamás imaginó que él podría cuidarla y ser su papá canguro durante su estadía en el hospital.
Desde hace tres días, llega al Hospital General de Zona 252 del Instituto Mexicano del Seguro Social para abrazar a Nataly, su pequeña. Le sorprendió que el mismo personal le explicara el programa que hoy le permite cargar a la bebé y darle el amor y la fuerza que necesita para salir adelante.
Como su nombre lo indica, “Papá Canguro” es un método que sirve en especial para los pequeños que han nacido como prematuros. Aunque también sirve para los recién nacidos.
“Me deja más tranquilo, nunca había escuchado de la técnica de Papá Canguro. Por una parte, está bien que también nos dejen estar a los padres. Ella tenía oxígeno y ahorita ya no, va muy bien, le hicieron el cardiograma y ha mejorado mucho”.
Al ser su primera hija, busca protegerla, aunque desconocía que con el calor de su piel podría hacerlo. Los prejuicios y la falta de apertura en otros hospitales han limitado el rol de los padres a espectadores, lo que en este hospital se busca eliminar.
“Estoy muy feliz, cuando la cargo, no la había podido cargar, eso me hace sentir mucha felicidad, es mi primera bebé”.
Nataly, va a estar un total de 10 días en la Unidad de Cuidados Intensivos, conforme sus pulmones se fortalezcan podrá Alejandro llevársela a casa, a ella y a su esposa, al municipio de Ixtlahuaca.
“Me explicaron cómo cargarla, cómo abrazarla, aquí me dijeron cómo apapacharla, hacer que repita, he aprendido varias técnicas. A los papás que pasan por estas situaciones les diría que no se dejen caer, que el echen ganas, que no se vayan para abajo, ellos también pueden ayudarle a sus hijos a salir adelante, si o me caigo, ¿cómo voy a levantar a mi hija?”.
Papá Canguro, un programa que ayuda a sanar
Edith Beltrán, médica pediatra adscrita al Hospital General de Zona 252 del IMSS, explicó que, debido a a las patologías, los vínculos con los padres se ponen en pausa, aunque muchas veces la condición de salud no permite que la madre se haga cargo del bebé, por lo que en este hospital, se da oportunidad a que los padres asuman su rol de cuidadores y permitan el expresar su amor a través del contacto físico.
“A veces es poca la cantidad de pacientes prematuros porque la mayoría son canalizados, pero los que tenemos participan en este programa que tiene ventajas como darle un mejor apego, que tengan un acercamiento con los bebés, es el contacto directo piel con piel”.
Los papás canguros deben entrar con el torso desnudo, se ponen una bata, el bebé está sólo con su pañal, esto reduce el estrés en los recién nacidos así como de dolor, ayuda a la aceptación de los alimentos orales y el tratamiento médico es más efectivo.
Es decir, su calor, su ritmo cardiaco, su olor, todo le indica al o la recién nacida que está segura, protegida y amada.
“La adaptación del recién nacido se dificulta, por eso queremos que, la mayor cantidad de veces que pueda pasar en familia, se tenga el contacto. Es un equipo con Trabajo Social, los médicos que estamos en el cunero y Enfermería, que es nuestro gran apoyo”.
La visita tiene limitantes por la condición de salud de los pacientes más pequeños por los procedimientos, por lo que dura de 30 a 60 minutos, dos veces al día. Cuando la mamá está lactando, pasa cada tres horas y se suma a este programa canguro.
“El estar en contacto y escuchar el latido del papá, también los tranquiliza. Los papás realmente cooperan, al principio no se la creen, pero lo aceptan bien y lo hacen de manera excelente, lo que les da felicidad y alegría el poder estar con su bebé enfermo o delicado”.
Patologías más comunes
Si bien que un pequeño nazca antes de tiempo es ya en sí una condición de salud, muchos desarrollan dificultades respiratorias debido a que carecen de la adaptación con pulmones maduros para poder establecer u intercambio gaseoso, esta condición es conocida como taquipnea transitoria.
Además, también pueden tener sepsis, es decir, infecciones, debido a las intervenciones que pueden tener.
Su estancia en los cuneros hospitalarios o unidades intensivas depende de la madurez de su cuerpo, si nacen antes de las 30 semanas, puede ser hasta de cuatro meses si no surgen complicaciones que pongan su vida en riesgo. Aunque los que tienen más de 34 semanas, sólo estarán entre una y dos semanas.
Una vez que son dados de alta, el vínculo de papá canguro no se debe romper, se debe fomentar sin límites de tiempo y horario.
Para Alejandro, de 21 años, contribuir al fortalecimiento de Nataly y construir un vínculo fuerte con ella desde sus primeros días, es sinónimo de felicidad en medio de la incertidumbre y el miedo por verla tan pequeña y frágil.
“Es el mejor Día del Padre, ya tengo a mi bebé, está sanando”, finalizó.