La asociación protectora de animales "Peludos Desamparados" apelará la sentencia dictada por una jueza al ex policía que el pasado mes de mayo arrojó a un perro a un cazo con aceite hirviendo en calles del municipio de Tecámac, Estado de México.
La asociación animalista informó que está en desacuerdo con la sentencia de cinco años, siete meses y 15 días que dictaminó una jueza del Poder Judicial del Estado de México (PJEM) en contra de Sergio Morales Buendía, durante la audiencia llevada a cabo el lunes en una de las salas de los Juzgados de Control y Juicios Orales del penal “Sergio García Ramírez” de Ecatepec, conocido como el penal de Chiconautla.
La jueza también ordenó el pago de 28 mil 217 pesos, a favor del Fondo de Protección a los Animales del Estado de México, como reparación del daño.
Muerte de “Scooby”
El pasado 28 de mayo, el agresor entró a la carnicería con razón social “Chucky”, localizada en la calle Benito Juárez, en San Pablo Tecalco, en Tecámac, para reclamarle a Óscar, el encargado del negocio, por qué molestaba a su esposa.
El encargado del establecimiento trató de calmar a Sergio, quien aparentemente estaba alcoholizado, y le pidió que se fuera de su local. Sin embargo, una vez afuera de la carnicería el enfurecido sujeto tomó al perrito llamado “Scooby” que estaba frente a la carnicería y lo arrojó al cazo que hervía con manteca, donde preparan el chicharrón; posteriormente, abordó su vehículo y se retiró del lugar.
Esos hechos fueron captados por una cámara de seguridad y después las imágenes se difundieron en las redes sociales causando indignación entre la sociedad.
El perro, de entre seis a ocho meses de edad, fue sacado del recipiente y abandonado en un lote baldío atrás de la carnicería, donde sufrió y murió.
Apelación
De acuerdo con un boletín emitido por el Poder Judicial del Estado de México (PJEM), la impartidora de justicia le impuso esa pena por el hecho delictuoso de maltrato animal, al tratarse de un delito no grave, le concedió el beneficio de libertad condicionada al sistema de localización y rastreo (brazalete).
“Sí se va a interponer una apelación a la resolución en cuanto a la liberación de Sergio, estamos en total desacuerdo porque le dieron el beneficio de que pueda llevar su sentencia en libertad a pesar de que fueron cinco años, siete meses y 15 días, con el brazalete y el geolocalizador”, dijo Jackeline Baca, presidenta de la protectora de animales.
Aseguró que la asociación animalista esperaba que el agresor purgará la sentencia privado de la libertad. Afirman que se desestimaron muchas pruebas, entre ellas la del médico en sicología en criminalística que menciona que Sergio "es un peligro para la sociedad, que es un hombre altamente violento que no controla sus emociones, es impulsivo y tiende a actuar con agresividad al no controlar su ira", concluyó