En uno de tantos aniversarios de El Sol de Toluca, Don Rafa reclamó al menos 40 años del diario. Con esa autoridad desnudó al periódico que se convirtió en su casa y en su Parroquia gran parte de su vida.
Yo conocí a Don Rafa hace 20 años, de los cuales al menos 13 fueron de convivencia diaria. Ahora también yo reclamo el teclado para describir un poco de su gran legado en el periodismo de Toluca.
Una máquina de escribir, un cigarro, una taza de café y unos cacahuates, podrían definir perfectamente a Don Rafael Vilchis. No se requiere ir mas allá de su escritorio ni subirse al Datsun amarillo en el que se transportaba y guardaba con recelo en su cochera.
Su periodismo llano, sencillo y claro, fue la clave para convertir a El Sol de Toluca en el periódico más leído, pues llegó a tener un tiraje de hasta 17 mil ejemplares diarios. La rotativa sudaba la gota gorda en ese entonces.
El tiempo que me dejó entrar a su Parroquia, logré entender que su periodismo tenía un “sazón” diferente. Don Rafa sabía “freír” las notas y servirlas al lector que gustoso las saboreaba, me consta porque yo también fui lector.
Sus “guisos” noticiosos eran muy atractivos y hasta simpáticos. Despedían un aroma interesante que los lectores descubrían al pasar por un puesto de periódicos que se acercaban al tendedero de diarios.
Don Rafa llegaba muy temprano a su oficina y era el último en irse. Las noches las hacía días y cómo no, si estaba en El Sol, decía.
Su termómetro siempre fue el voceador. “Ellos son tu verdadero termómetro, ellos no te van a mentir”, me decía desde la sacristía de su Parroquia.
Se podrían llenar más de una plana del periódico recordando anécdotas y vivencias, pero su legado está disponible en cada uno de los diarios que yacen apilados en la hemeroteca. Todavía pude después de su retiro, visitarlo en su casa donde se ejercitaba escribiendo alguna columna.
Don Rafael Vilchis Gil de Arévalo inició su carrera en el año de 1957 y peregrinó por todos los puestos dentro de la empresa, es decir desde cablista y mensajero, hasta secretario de redacción, reportero, jefe de redacción de El Sol de Toluca y La Extra de El Sol, subdirector y director, este último cargo desde el 11 de junio de 1992 hasta el año 2011.
Recibió la Presea Estado de México de Información y Periodismo “José María Cos” en 1985. Fue también poseedor de la presea de periodismo “Manuel Buendía Tellezgirón”.
Hasta el fin de sus días Don Rafa optó por irse sin hacer ruido, como cuando se retiraba de su oficina y sólo el sonido de la rotativa contaminaba el silencio de la madrugada.
Así decidió marcharse, sin comunicados.
En paz descanse, don Rafael Vilchis Gil de Arévalo.