Hasta el diez por ciento de los perritos integrados a un nuevo hogar luego de ser rescatados de una situación de calle o de un ambiente de violencia extrema, vuelven a caer en un ambiente hostil, informó la cofundadora de la Fundación Amigos Peludos de Toluca, Fabiola Navarrete.
Precisó que este fenómeno tiene lugar debido a que aún existen personas que creen que el tener una mascota, sea un perro, un gato u otro, no implica una responsabilidad a lo largo de la vida del animal, motivo por el cual al momento de que una persona solicita realizar una adopción, debe tomar en cuenta que se trata del cuidado de una vida.
“Hay personas que te los regresan porque piensan que son de peluche y porque ya hizo sus necesidades en algún lado o ya hizo algún destrozo, los vuelven a sacar a la calle, los abandonan o los tratan mal”, informó Fabiola Navarrete.
Puntualizó que este tipo de problemas no ocasiona que el perro no pueda ser colocado nuevamente en alguna familia, pues si el adoptante demuestra que el can estará en un lugar apropiado y se le brindarán los cuidados necesarios, la adopción puede volver a ocurrir.
En ese sentido, precisó que la gran mayoría de las fundaciones rescatistas de perros, monitorean a los canes aún después de su adopción, con objeto de confirmar que se encuentra en una buena familia y que recibe amor y atención.
“El hecho de que alguien se quede con un perro no quiere decir que nos desentendemos de él, seguimos al pendiente de él y en algún momento que ya no lo puedan tener venimos por él, así evitamos que el perro regrese a la calle, que se regale, que se eche a su suerte y por el contrario, tenemos la oportunidad de buscarle un nuevo hogar”.
Por otro lado refirió que si bien en Toluca no existe una ley que condene el maltrato animal, existen instancias en las cuales se puede denunciar este tipo de acciones.