Valle de México.- La gente ya no quiere a las marcas partidistas, el 71 por ciento de los ciudadanos consideran a los partidos como las instituciones más corruptas del país, afirma el dirigente nacional de Ruta 5, Manuel Espino.
En entrevista el exlíder nacional del PAN, dice que en una campaña electoral de cada 100 casas que reciben a un candidato, cuando se va este, en 91 de ellas lo califica como un corrupto, porque viene representando a un partido político.
Ya no es la época de vender partidos que están desprestigiados, hay que cambiar este sistema y guardarlos en el desván de los recuerdos, porque sus ideologías han sido un desastre en el mundo, porque confrontan y divide a los ciudadanos.
“Yo no digo que desaparezcan, sino que hay que modificar el sistema de partidos, porque muchos son sinónimos de religión, y ese concepto de lealtad le hace daño al país”.
En Ruta 5, uno de los principales posicionamientos que tenemos, es hacer un cambio cultural político donde le apostemos más a las personas y propuestas sociales, ya no a las ideologías, porque la inseguridad y la pobreza no tienen una solución de izquierda o de derecha, sino prácticas que se deben de aplicar con la voluntad de las personas que gobiernan, afirma Manuel Espino.
Menciona que en este momento hay que apostar por las personas, “por eso vamos aprovechar en Naucalpan a dos íconos como son Paty Duran que no se va a colgar de la campaña de Andrés Manuel López Obrador y que al contrario, le aportara porque tiene experiencia y prestigio político”.
El futuro jefe de campaña de Morena en Naucalpan, afirma que lo ideal es trabajar juntos en proyectos sociales, por ello hay que integrar gobiernos con los mejores perfiles aptos para las diversas tareas municipales “ya no es momento de llevar a la militancia de los partidos que ganen, a las administraciones públicas”.
Por ultimo afirma que se ha llegado al extremo de partidizar los gobiernos municipales al grado que toda la infraestructura urbana es pintada en los municipios del color del partido que gana, lo que es ridículo.