Bajo el argumento de no estar en la fase amarilla en el semáforo epidemiológico y ser promotores del comercio ambulante, personal de gobernación del Ayuntamiento de Metepec retiró a comerciantes de palma, quienes se encontraban instalados a las afueras de la iglesia y ex convento de San Juan Bautista.
De acuerdo con lo informado por testigos oculares, los hechos ocurrieron de forma violenta, situación que dejó en completo estado de vulnerabilidad a los vendedores que, en algunos casos, eran de origen indígena.
“Nosotros venimos de San Cristóbal Huichochitlán, municipio de Toluca, somos aproximadamente 30 personas las que venimos a vender palmitas y hace un rato no nos dejaban bajar nuestras cosas (el personal de gobernación de Metepec)”, señaló una de las facetadas.
Y es que, como cada año, los artesanos de palma oriundos de la zona norte del estado se desplazaron a los diversos municipios del valle de Toluca, entre ellos Metepec y Toluca, con la finalidad de vender las tradicionales palmas para celebrar el “Domingo de Ramos”.
Tras lo anterior, el Padre Vicente Peñaloza Heraz giró la instrucción a los comerciantes de instalarse dentro del perímetro de la iglesia y el ex convento, con la finalidad de que los afectados pudieran continuar con la comercialización de sus palmas.
De acuerdo con el Ayuntamiento de Metepec, no está permitido el ambulantaje, motivo por el cual la comercialización de palmas fue impedida por los servidores públicos, además de que dicha acción fue con la finalidad de evitar aglomeraciones que pongan en riesgo la integridad de las personas en el marco de la pandemia.
Pandemia les desplomó ventas
Por segundo año consecutivo, la celebración de misas con motivo del Domingo de Ramos no se realizará de manera presencial, debido a la pandemia de la Covid-19.
Por ello, la venta de palmas se desplomó hasta en un 80%, situación que les ha impedido recuperar al 100% su inversión, aseguró la señora Natividad Trinidad Mateo, oriunda del poblado de San Pedro del Rosal, municipio de Atlacomulco, quien este año comercializó sus palmas en San Bartolomé Tlaltelulco, Metepec.
Lo anterior, dijo, los ha obligado a disminuir “lo más posible” el costo de sus palmas, que van desde los 15 pesos (la seca) y hasta los 30 (la verde).
“El precio también depende de qué tan laborioso sea el tejido y el decorado que tenga, porque a veces sí nos tardamos mucho en tejer y en decorar”, agregó la comerciante.